Santa Mónica y Venice Beach, el espíritu californiano

santa mónica pier

Fueron muchos años deseando conocer California. No se por qué, desde chica, Los Ángeles (que como ciudad tiene sus detractores) me llamaba mucho la atención. Imposible que no te fascine su estética y su onda, tan plasmadas en películas o series como Baywatch. Y creo que ese espíritu alcanza su máxima expresión en las playas más famosas de la ciudad, Santa Mónica y Venice, por las cuales hicimos un paseo bien extenso del que nos llevamos muchas sensaciones.

Veníamos con un día agitado: visitamos la casa de Marty McFly en las afueras de L.A., luego pasamos por Lake Hollywood Park y a continuación fuimos hasta el Observatorio Griffith pero no pudimos visitarlo ya que estaba cerrado. Sin querer, este último infortunio en realidad nos vino bien porque nos iba a quedar muy poco tiempo para andar por Santa Mónica y Venice. Más tarde teníamos un partido de NBA y el día siguiente estaría íntegramente ocupado con Disneyland. Luego ya nos iríamos hacia Las Vegas. Así de frenético todo así que hacer un poco de playa y mar era necesario.

El icónico muelle de Santa Mónica tiene el infaltable parque de diversiones de las playas californianas

Dejamos la Dodge Caravan en un estacionamiento cerrado a metros del famoso cartel de Santa Mónica. Parece cerca, pero en realidad hay que atravesar, luego de la calle, otro estacionamiento inmenso y descubierto. Podríamos haber dejado la camioneta ahí, seguramente, pero luego de la mala experiencia del robo en San Francisco preferíamos dejar el vehículo más resguardado; además el precio era accesible.

Pasando el icónico cartel de bienvenida al Pier, nos encontramos con otro emblemático: el del fin de la Ruta 66. En realidad la ruta madre de Estados Unidos no finalizaba ahí sino un poco antes, pero se decidió llevar el letrero al muelle de Santa Mónica y me parece muy acertado. No podría tener un mejor final.

santa monica ruta 66

De pronto me vi en el muelle que tantas veces desee conocer y me empezaba a invadir la emoción. Con ese inconfundible estilo retro, con su parque de diversiones, sus restaurantes y tiendas de recuerdos, el Santa Mónica Pier es el muelle entre los muelles, es EL muelle de Estados Unidos.

Aprovechamos e hicimos uso de los sanitarios públicos ubicados sobre el Pier y luego bajamos a la playa. Nos encontramos con Muscle Beach, famosa por sus estructuras para hacer ejercicio y porque la frecuentaba el gran Arnold Schwarzenegger. Este espacio tiene una historia especial: molestos por el exhibicionismo, los pacatos vecinos no querían que las personas hicieran actividad física allí y Muscle Beach debió irse hacia Venice. Pero luego volvió y por eso hoy exhibe el cartel de original Muscle Beach.

muscle beach

Nico se entretuvo un buen rato aunque no quiso hacer mucho uso de los juegos por lo que un rato después lo subimos al cochecito y empezamos la larguísima caminata por Santa Mónica hacia Venice. Y allí te encontrás con el espíritu relajado de California, el de las series y películas. Gente corriendo, andando en bici (carriles perfectamente demarcados), otros en monopatín, otros simplemente caminando como nosotros. Mucha gente ejercitándose. Mucha gente al calor del sol de este estado dorado aprovechando las múltiples posibilidades de esta enorme y espectacular playa.

santa monica beach

Ya estábamos bastante agotados al llegar a Venice. Venice tiene una onda similar pero todavía más bohemia y colorida. No me gustó tanto como Santa Mónica, pero había que conocerla. A esta altura, entre el calor y la caminata no dábamos más. Decidimos regresar por Pacific Avenue, donde las construcciones nos protegían más del sol, ansiando reencontrarnos con nuestra Dodge Caravan. Habíamos caminado fácil unos 6 km. Nos habíamos desacostumbrado un poco porque veníamos de mucho viaje en auto desde que dejamos San Francisco.

venice beach
Venice Beach es famosa por su arte y muralismo

Santa Mónica tiene mucho por ofrecer. Por cuestiones de tiempo, no pudimos visitar lugares como el Acuario, Tongva Park, el propio downtown de Santa Mónica o los canales de Venice. Pero como siempre decimos, todos esos pendientes nos obligan a regresar. Ojalá así sea.

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