Paseando por Villa La Angostura

En el medio de varias visitas que hicimos a Bariloche (y muchas más se vendrán) hemos pasado el día en Villa La Angostura. También una vez haciendo el camino de los 7 lagos desde San Martín de Los Andes. Pero ahora, con ojos de blogueros, volvimos a la hermosa ciudad neuquina y preparamos un post para mostrar un poco su inmensa belleza.

Una vez más lo hicimos con auto alquilado. La intención era cruzar a Chile y volver en el día pero el colapso de los pasos fronterizos nos hizo reflexionar. Muchas horas de espera en ambos lados requerían de una jornada interminable e incluso con la incertidumbre del regreso. En momentos así es mejor quedarse una noche en el país vecino para hacer más tranquila la visita. Lección aprendida.

Obviamente que teniendo el auto en nuestro poder no nos íbamos a quedar de brazos cruzados. Volver a transitar la Ruta 40 siempre es una fantástica opción y eso hicimos. El camino está en excelente estado y se disfrutan mucho las vistas.

Yendo desde Bariloche primero nos topamos con Bahía Manzano, apenas a unos kilómetros de la ruta. Nos detuvimos en el puerto viejo y contemplamos la belleza del lugar. Salen excursiones embarcadas pero no vimos a nadie en los puestos, de hecho había poca gente en el lugar en general.

El día no acompañaba, con la lluvia amenazando en todo momento. Con algo de sol no tengo dudas de que Nico hubiera metido los pies en el agua. Desde ahí fuimos caminando pese a la protesta de nuestro pequeño, fueron unos 500 metros debajo de los árboles hasta playa La Escondida. Solo pudimos quedarnos unos minutos porque la lluvia nos expulsó.

Ya era hora de almorzar y fuimos directamente a un lugar que habíamos visto en el canal Gourmet. Se trata del restaurante Al Alba, donde sirven un goulash sobre un pan casero de otro mundo. Los precios son bastante elevados (como en casi todo Villa La Angostura) pero la calidad es excelente. Ese plato costaba $30.000 en marzo de 2025.

Al Alba Villa La Angostura

Para bajar la comida emprendimos una caminata por toda la Av. Arrayanes (el nombre que toma la ruta 40 en ese sector) de ambos lados. En el medio paramos por un rico helado en Tante Frida (también están en Bariloche).

La lluvia seguía siendo tenue pero no cesaba. No obstante, decidimos ir a a Bahía Brava, en la puerta del Parque Nacional Arrayanes. Son unos 10 minutos con el auto desde el centro de la ciudad. Suele haber mucha gente, todo lo contrario a ese día lluvioso que nos tocó. Estábamos prácticamente solos en la maravillosa playa, soledad que se vio interrumpida momentáneamente con el arribo del catamarán que terminaba una excursión. Vimos que estaba costando $35.000 por adulto el paseo.

Bahía Brava - Villa La Angostura

Nos quedamos un rato contemplando la belleza de un lugar que amamos mientras Nico correteaba por ahí tirando piedritas al lago Nahuel Huapi. Me encantaría hacer una excursión embarcado o incluso algún trekking pequeño por ahí. Quedará para otra ocasión con mejor clima. Luego de unas fotos familiares, emprendimos nuestro regreso. Hacía siete años que no visitábamos Villa La Angostura. Ojalá no tengamos que esperar tanto para la próxima vez.

Sé el primero en comentar

Deja un comentario