
La semana pasada iniciábamos nuestro viaje a Chile desde Ezeiza. Como siempre, pensamos en que salón nos vamos a relajar esperando nuestro vuelo. La última vez habíamos hecho reserva para la sala VIP del BBVA pero vimos que casi no había gente. En este caso teníamos un vuelo muy temprano, con poco movimiento internacional en el aeropuerto por lo que ni nos preocupamos en hacerla. Fue un error, pero no muy caro por suerte.
Al llegar a la sala, mostramos una tarjeta black del banco (con eso alcanza para ingresar, además de tener pases disponibles obviamente). De inmediato la chica de recepción nos preguntó si teníamos reserva y ante la respuesta negativa nos avisó que estaban con la capacidad completa y nos brindó un QR para gestionar nuestro ingreso a una lista de espera.
Ese QR te lleva a un whatsapp donde completamos un formulario y luego de eso nos avisarán cuando haya lugar disponible. Viendo desde afuera no se observaba para nada concurrida la sala pero hicimos caso y completamos todos los datos. A los 15/20 minutos nos avisaron que podíamos entrar. Una vez adentro confirmarnos lo que veíamos desde la puerta, no había casi nadie.

Más allá de esto, lo mejor entonces será ir con reserva. Desde nuestro home banking ingresamos a la parte de millas BBVA (hasta hace poco eran puntos BBVA). Allí veremos la opción de sala VIP, luego accederemos al portal de pases donde veremos los que tenemos disponibles y el historial de uso.

También encontraremos la opción de reservar lugar, completamos los datos y asunto resuelto. Permite hacerlo para vuelos hasta dentro de los siete próximos días. O sea, a partir de una semana antes estaremos habilitados hacer la reserva a la sala VIP del BBVA.
Recordemos que tenemos 4 pases por año que se pueden distribuir entre el titular y los acompañantes y 2 para fast track de seguridad y migraciones. Algo interesante que vimos en la web es que se pueden canjear 5000 millas por un pase al VIP. Dice que tienen una validez de 7 días y son individuales, lo que me genera dudas acerca de si puedo usarlos con un acompañante.

Respecto a la sala, la distribución es igual a la visita que hicimos en julio 2024. Esta vez Nico aprovechó el sector para niños que tiene televisores con dibujos animados, juguetes y hojas para pintar. Si notamos bastante pobre la oferta gastronómica.
Era antes de las 7 de la mañana, horario pleno de desayuno y no ofrecían medialunas ni nada parecido. Había aceitunas, ensaladas (?). La máquina de café estaba fuera de servicio, había que pedirle a una barista que nos prepare las bebidas en otra máquina. Recién al retirarnos a eso de las 8 aparecieron las bandejas con medialunas.

La limpieza de los baños y la sala en general era excelente. Este salón además tiene el plus de contar con una hermosa vista a la plataforma. De hecho nosotros veíamos el Dreamliner de KLM al que nos ibamos a subir.
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