Se termina el año e hicimos la despedida viajera cerca de casa. Varias veces aprovechamos alguna promo u oferta para pasar una noche en un hotel de la Ciudad de Buenos Aires y hacer actividades en los alrededores. En esta ocasión, reservamos a precio promocional por el Black Friday en el hotel Ibis Obelisco.
Resulta que nuestro pequeño viajero es fanático de los hoteles. Le encanta ver los números de las habitaciones, oficiar de ascensorista y degustar desayunos. Luego del viaje por Europa siempre está recordando los hoteles donde paramos y menciona entre ellos al Ibis (donde nos alojamos en París). Así fue que lo elegimos, llevándolo de sorpresa.
Los Ibis son de la línea más económica dentro de los hoteles que ofrece la cadena All Accor. En Buenos Aires tienen más de un establecimiento pero sin dudas el Ibis Obelisco tiene una ubicación espectacular. Al lado está su hermano mayor Novotel (de la misma cadena) y al otro la histórica pizzería Güerrín. De hecho al salir del hotel nos topábamos siempre con la fila de gente esperando para comer pizza.
Hicimos la reserva desde la web oficial y elegimos la tarifa con desayuno. Es importante contratarlo de entrada ya que si elegimos la opción más barata y luego in situ decidimos desayunar en el hotel nos va a salir más caro.
La habitación es pequeña, con una cama matrimonial (nos resultó muy cómoda) y un espacio que hace las veces de pequeño escritorio pero que se transforma en cama para un niño. Hay guardaropas con varios estantes, frazadas, perchas y una caja de seguridad. Eso es todo, además de la clásica televisión y el espejo.
El baño estaba muy bien de tamaño. La ducha era excelente, con buena presión de agua. Tanto el shampoo, como el acondicionador y el jabón es ofrecido en dispensers. Como detalle, solamente había dos toallones, sin toalla de mano.
Es importante señalar que está muy bien insonorizada la habitación. No es escuchaba absolutamente nada de afuera, pese a estar en plena Av. Corrientes. Si bien la habitación daba a un pulmón de manzana, incluso con la ventana abierta el ruido era inexistente.
El desayunador se encuentra en el lobby del hotel, desde ahí vemos una pileta pero que no es del Ibis sino del Novotel que está pegado. Nos sorprendió para bien la gran variedad de productos para degustar.
Un detalle que nos encantó fue que ofrecían productos locales como nuestras clásicas facturas rellenas o las tortillas a la parrilla que se venden en puestos callejeros.
Buena variedad de frutas, panificados, facturas, cereales, yogures, frutos secos, fiambres, huevos. Dispensers con café, leche, agua. Distintos sabores de jugos. La verdad muy bien por el costo que tiene, nada que ver al de París que fue pobrísimo.
En el lobby hay un pequeño espacio con sillas y enchufes para trabajar. También vimos un bar con una máquina de café pero durante nuestra estadía siempre estuvo cerrado. Cuenta con estacionamiento propio que se abona aparte.
En resumen, quedamos muy conformes con nuestra estadía en el Ibis Obelisco. Costó en diciembre 2024 unos $68.000 la noche con desayuno y todos los impuestos incluidos. La ubicación en plena Av. Corrientes lo hace muy atractivo ya que tenemos a pie una infinidad de opciones gastronómicas, culturales y transporte público. Justo ese día se celebraba la noche de las librerías con gran afluencia de gente incluso pasada la medianoche.
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