Tenemos varios viajes encima de distintos tipos pero afortunadamente siempre nos falta algo por descubrir. Tuvimos la chance de ir a un all inclusive en Cancún, pero los recuerdos no son los mejores ya que volvimos corriendo por la pandemia. Cuando vimos que un alojamiento nacional ofrecía servicio all inclusive no lo dudamos. Así fue que conocimos el hotel Luz y Fuerza en San Bernardo.
Estábamos con ganas de un alojamiento de este estilo. Luego de lo que fue el frenesí europeo, con largas jornadas y robo incluido, necesitábamos relajarnos. Nada mejor que salir a la ruta rumbo a la costa y tener todo servido, para no pensar ni siquiera que comer.
Nos gusta meter cada tanto un viajecito rutero un fin de semana común. Lo hicimos el año pasado para ir a una fiesta del alfajor en Santa Teresita y lo disfrutamos mucho. Especialmente Nico ama los hoteles, todavía recuerda a los que fuimos en Europa y las habitaciones que nos tocaron. Está a full con los números y le gusta toda la rutina de ir por el hotel, manipular los botones del ascensor, ver que número de habitación nos toca, ir a los juegos, desayunar, aprovechar la pileta y si se puede jugar en la playa. Todo eso lo reunía el hotel Luz y Fuerza de San Bernardo.
Inicialmente teníamos otro en vista pero cuando notamos que este era all inclusive y que encima podía abonarse en 12 cuotas sin interés no lo dudamos. Reservamos directamente en su web. Allí nos va a pedir una tarjeta para hacer la reserva y podremos seleccionar la opción de cuotas. El cobro se hace una vez en el alojamiento, en este caso avisamos en recepción que lo hagan con la tarjeta que habíamos cargado en la reserva y así fue todo sin problemas.
El hotel es enorme y se ubica sobre Chiozza, la principal de San Bernardo. También tiene salida a la Av. Costanera, que está frente a la playa. La tarifa ya incluye estacionamiento cubierto. Tiene ya unos cuantos años y su estilo es el clásico de un hotel sindical de la época.
Fuimos a una habitación triple que contaba con una cama matrimonial y otra individual. Muy bueno el detalle del balcón con vista directa al mar y un pequeño tender para dejar secar la ropa de playa/pileta. El equipamiento de la habitación era correcto: tele, pequeño escritorio, silla, guardarropas y caja de seguridad.
El baño con una buena ducha, jabón, shampoo y toallas para tres. Esto último es algo que no suele suceder, en varios lugares nos han dejado equipamiento solo para los dos adultos. Además, hay toallas de color para llevar a la pileta.
Están bien informados los horarios de las comidas y los distintos servicios. Nosotros llegamos poco antes de las 23 hs, cuando ya había terminado la cena. No obstante, pudimos ir a la confitería ubicada en el entrepiso donde todo el tiempo hay comida que varía dependiendo la hora. Allí pudimos comer unas hamburguesas, pizzas y empanadas junto con la bebida.
En ese mismo sector hay juegos para chicos y al fondo un salón con escenario donde por la noche hay espectáculos y música. Todo con su correspondiente barra de tragos que también está incluida en la tarifa.
Al día siguiente tuvimos nuestro primer desayuno. Encontramos panes, medialunas (un día hubo facturas rellenas), frutas, fiambres, panes, yogures, cereales, café, té, leche, chocolatada y la posibilidad de que nos hagan una omelette en el momento.
La temática del almuerzo y cena es similar: un plato principal en una fuente gigante (ravioles con brócoli al mediodía, paella a la noche) y podemos servirnos a nuestro gusto carnes hechas de diferentes maneras, pollo, pescado, ensaladas de todo tipo, tortilla, pizzas, acompañamientos varios. También una isla donde nos preparan distintas pastas con diferentes salsas. La parte de los postres nos pareció variada: flan, gelatina, mini tortas, queso y dulce, arroz con leche y una heladera con helados en palito y al plato también.
Cada mesa queda asignada a una habitación durante toda la estadía, lo cual es práctico porque tenemos la comodidad de contar con un lugar asegurado. Durante el almuerzo y la cena los mozos pasan sirviendo las bebidas: gaseosas, jugos, agua, vinos y cervezas.
Respecto a los servicios, hay un spa que vimos un cartel donde pedían hacer reservas y hablaban de un costo aparte. La pileta es climatizada y como contra podemos mencionar que en toda su extensión la profundidad es de 1,60 mts. Si bien brindan flota flota sin cargo, es una dificultad para los niños. En la zona de la pileta hay un pequeño bar donde sirven tragos y van llevando comida (pizzas, conos de papas fritas, hamburguesas, etc.). Todo incluido.
Algo para destacar del hotel Luz y Fuerza San Bernardo es la atención. Tanto en la recepción, el buffet, la confitería, gente de limpieza… todos siempre muy amables y predispuestos.
En distintas áreas del hotel encontramos maquinas de agua caliente, hay metegoles y mesas de ping pong. En temporada de verano ofrecen servicios de playa. La verdad nos pareció muy completo y a precio más que razonable. Pagamos en septiembre 2024 unos $140.000 la noche. Considerando que incluye absolutamente todo y se pudo pagar en 12 cuotas sin interés, resulta muy conveniente. Ni hablar para los afiliados que entiendo lo tendrán sin costo o a un valor irrisorio.
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