Es la segunda vez que visitamos la Ciudad Luz, pero esta fue en una ocasión especial: se dio en el marco de los Juegos Olímpicos 2024. Por eso bien vale la aclaración de que este post describe la experiencia con las apps de transporte público de París durante un evento extraordinario. Lo cual afecta bastante el servicio brindado.
No obstante, lo primero que hay que decir es que la red de transporte parisina es gigantesca. Abarca tren, metro, buses, tranvía y hasta funicular. Llega a prácticamente todos lados y eso es un enorme punto a su favor. La contra es que su utilización y la experiencia de usuario con las aplicaciones dejó bastante que desear.
El precio habitual de un boleto sencillo T+ es de €2,10. Eso nos permite subirnos a los principales medios de transporte por 90 minutos. Existe también un paquete de 10 tickets a €17. El tema es que para los JJ.OO. el billete sencillo se fue a €4 y no se vendían packs de 10 (luego salieron a la venta a €32). Un robo precio muy elevado.
Tenemos también la opción de comprar una tarjeta Navigo, que sería algo parecido a nuestra SUBE. Se cargan los boletos ahí dentro y los va descontando con las pasadas. Es algo que usan mucho más los locales. Esta opción estuvo deshabilitada durante el evento.
Finalmente, encontramos la alternativa de utilizar un teléfono con tecnología NFC para usar los tickets. Es medio engorroso el proceso pero podemos bajar alguna de las tres apps oficiales (nosotros usamos Bonjour RATP, también están Ile-de-France-Mobilités y SNCF Connect) y luego otra llamada My Tickets Navigo que solamente sirve para guardar los boletos que compramos.
Elegimos esta última opción ya que con la app podíamos comprar anticipadamente los boletos. Entonces realizamos la compra antes del aumento de los pasajes con motivo de los Juegos Olímpicos. Lo que nunca te avisan es que pese a ser billetes sin nombre o titulo, no se puede usar más de uno por teléfono. En otro celular habíamos hecho la compra de los boletos con tarifa reducida para un menor. Como la app es una cagada porquería, no te permite elegir que tipo de billete utilizar. Supongo que pretenden que un niño de 4 años tenga su propio teléfono con NFC para validar sus pasajes.
Para colmo de males, la app andaba cuando quería. No necesita conexión a internet para funcionar. Nos pasó varias veces de rebotar repetidamente y a veces enganchaba o en otro molinete podíamos avanzar. Era una lotería. Mientras tanto veíamos siempre pero siempre como cientos de personas se colaban de todas las formas posibles. Saltaban molinetes, entraban de a dos, ingresaban por la salida, etc.
La aplicación también brinda información sobre el estado de las líneas, el mapa de transporte y que servicios tomar según el itinerario que hagamos. No nos resultó funcional el uso de las apps de transporte público de París, siempre teniendo en cuenta el contexto en el que estaba la ciudad. Igual todas las estaciones tienen máquinas tanto para Navigo como para boletos individuales.
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