Visitar una ciudad por segunda vez

Recién volvimos de Salta, ciudad que visitamos por segunda vez en familia. Fue un viaje distinto a los que hacemos habitualmente, no planeamos casi nada. Motivados por la cercanía de nuestras próximas vacaciones, buscamos no gastar de más. Así que nos dejamos llevar en el día a día y priorizamos un poco la gastronomía y el descanso.

Esta manera de encarar el viaje nos llevó a reflexionar acerca de la actitud que tomamos al visitar por segunda vez un lugar. Seguramente no hubiéramos actuado así si era nuestro debut en la ciudad. Siempre buscamos hacer los imprescindibles (o lo que más nos interesa) y luego el resto, habitualmente dejando algo para otro viaje.

También nos dimos cuenta de que no está mal repetir lo que nos gustó mucho. Por ejemplo, fuimos decididos a visitar nuevamente el MAAM pero justo exhibían a la misma niña que vimos aquella vez. Habíamos disfrutado la comida en Doña Salta así que apenas llegamos compramos unas empanadas para comer en el alojamiento. Lo mismo hicimos a la vuelta, nos la llevamos para la cena en Buenos Aires.

Se trató de un viaje especial ya que fue el primero que hicimos sin cochecito. Sin dudas eso también influyó en no planear excursiones ni jornadas maratónicas. Afortunadamente Nico caminó un montón, lo cual nos entusiasma de cara a próximos viajes. Por eso también buscamos un alojamiento céntrico, evitando grandes desplazamientos.

Por supuesto que igual conocimos lugares nuevos como el excelente museo Explora Salta que tendrá su post dedicado. Saldamos deudas yendo a comer a La Salteñería (cerrado cuando estuvimos en 2021) y a un clásico como La Casona del Molino.

Fundamentalmente sentimos que al habernos “sacado de encima” los lugares principales en otro viaje, fuimos más relajados. Sin apuros ni con cronogramas que cumplir. No renegamos de eso, sino que este fue otro estilo de viaje. De hecho dormimos siesta, algo que rara vez hacemos fuera de casa (y dentro tampoco con un niño inquieto).

Algo parecido nos pasó con Bariloche que tuvimos la suerte de ir varias veces. Hay tanto por hacer que en cada viaje hacemos una excursión puntual y el resto de los días los dedicamos a disfrutar la ciudad y su gastronomía. No obstante, siempre repetimos Rapanui mínimo una vez. Recordemos que mayormente viajamos en fines de semana largos y tampoco tenemos tanto tiempo en destino.

Nos gusta conocer ciudades nuevas. Nos gusta repetir lugares. En definitiva, nos gusta viajar.

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