Como habrán visto en esta entrada y si nos siguen en Instagram, volvimos a una localidad que nos encanta, San Antonio de Areco. Y eso implica volver a mimar el paladar con clásicos ya conocidos y con lugares nuevos.
Esta entrada tiene la obligación, entonces, de volver sí o sí a nuestro primer Rincón Glotón sobre Areco. Encontramos que los lugares que visitamos siguen ahí, firmes, con los mismos sabores e incluso con la misma relación precio-calidad.
El mejor ejemplo es La Vieja Sodería. Estuvimos en 2021 y nos sorprendimos con sus excelentes precios y su menú sencillo pero efectivo. Nos agradó descubrir que eso no cambió. Me volví a pedir la picada para uno, que disfruté otra vez en soledad porque como les conté en la entrada anterior, a Ger no le gustan mucho los fiambres salvo el jamón (no sabe lo que se pierde…). Ger se pidió el pastel de papas. Adicionalmente, pedimos unas muzzarelitas fritas. Nos sentamos en el mismo lugar y todo. La cuenta redondeó los $16mil y es muy loco leer en la entrada anterior cuánto pagamos hace apenas tres años…
También volvimos por alfajores. Porque claro, fuimos a la Fiesta del Alfajor Regional donde Ger ya les contó la excelente calidad, variedad y originalidad que encontramos. Pero hay dos clásicos de San Antonio de Areco por los que debíamos volver sí o sí: La Olla de Cobre y El Arequero. Ambos cuentan con locales; el de El Arequero incluso cuenta con mesas para tomarse un cafecito con alfajor. Dos excelentes productos alfajoriles de Areco que tampoco perdieron calidad y los encontramos excelentes como la primera vez.
Dentro de lo nuevo, visitamos El Boliche de Bessonart. “Nuevo” para nosotros, porque en realidad es un almacén/pulpería de más de 150 años. Nos habíamos quedado con las ganas en 2021 y esta vez pudimos ir. El lugar es sin dudas pintoresco. La carta es muy corta. Lo que más sale ahí son las picadas y las empanadas. Nosotros fuimos por esta segunda opción, porque además queríamos probar las de cordero. Estuvieron muy ricas, nada espectacular pero tardaron bastante y gastamos casi lo mismo que en La Vieja Sodería donde pedimos muchas más cosas. No volveríamos, sinceramente.
Por último, cerramos este post con un lugar diferente. Resulta que nos hospedamos en una casa antigua y hermosa (ya tendrá post) que contaba con almacén de productos saludables y cafetería. Nos sorprendió la cantidad de productos saludables. El café, no tanto. No se si es porque era con leche de almendras o qué, pero no nos gustó mucho.
Nos agradó encontrar abierto El Batará, pero lamentablemente no pudimos entrar. Cuando fuimos en 2021 estaba cerrado por vacaciones. Esta vez estaba con una buena fila de gente y además incorporaron comedor. Nos parecieron buenos precios. Acá les dejamos algunos a Mayo 2024:
Es una buena excusa para volver a San Antonio de Areco, que sigue incorporando muchas opciones gastronómicas de excelente calidad. Un lugar único en la provincia de Buenos Aires, muy cerca de la Capital y donde se respira no solo aire de tranquilidad, sino también de chocolates, alfajores, guisos y parrilla. ¿Qué más querés?
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