Ruta y comida, un combo que no puede fallar. Cuando diagramamos el viaje a Mar del Plata y Balcarce, en la búsqueda de información marcamos una fija. Se trataba de El Cruce, un parador con mucha historia justamente sobre la intersección de las rutas 55 y 226, en el ingreso a Balcarce.
¿Por qué era un imperdible? Por los tremendos sanguches que preparan desde 1937, casi 90 años haciendo felices a los viajeros. De ansiosos que somos, queríamos comer el mismo domingo que llegamos a la ciudad pero es el único día que cierran. Como ellos mismos aclaran, están de lunes a sábado de 8:30 hasta que se termine el pan o en su defecto a las 16 hs.
Así fue que un martes, luego de dejar el alojamiento y previo a emprender el regreso a casa, nos dimos una vuelta. Se junta bastante gente pero la atención es expeditiva. Venden otros productos y también bebidas pero su especialidad son los sándwiches.
La estrella es el de jamón crudo y queso. Según mencionan lleva 16 fetas de crudo y 8 de queso, no las conté pero que tenía un montón no hay dudas. Lo que destaco de este producto no es solo la cantidad sino la calidad excelsa, realmente estaba exquisito.
El tamaño es otro aspecto a mencionar: venden chico, medio y entero. Respectivamente sería individual, para dos y para 4/6. Le compramos uno chico de jamón cocido y queso a Nico que obviamente sobró pero para una persona era más que suficiente. El entero tiene 50 centímetros de largo y medio kilo de fiambre.
Nosotros probamos el “medio” de crudo y queso que valió $6500 en abril 2024. El simple de cocido y queso costó $2700. La verdad que son valores para nada caros y la relación precio calidad es excelente.
El local no es muy grande pero tiene unas mesas para poder consumir ahí. No tiene un cartel que diga El Cruce pero se encuentra fácil junto a la Axion de la rotonda, sobre la ruta 226 en la mano que va hacia Mar del Plata.
Eso si, llevar efectivo porque no aceptan ningún otro medio de pago. Ni tarjetas, Mercado Pago, transferencias. Nada.
Nos encantan estos lugares, como La Matera en la ruta 2 o el ACA de Gorchs sobre la 3. Son la excusa ideal para salir a rutear, conocer nuevos lugares y sobre todo, comer rico.
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