Tiempo atrás contamos en un post nuestra experiencia haciendo una corta escala en el JFK al llegar a Estados Unidos. Llegamos, pero corrimos mucho en el gigantesco aeropuerto de Nueva York. Ahora vamos a hablar acerca de una escala para salir del país viniendo de un vuelo doméstico.
Nuestro caso fue para regresar a Buenos Aires desde Chicago. Tomamos un vuelo de American Airlines para ir al JFK y luego teníamos otro 7 horas después con destino a Ezeiza. No elegimos una conexión con tanto tiempo de espera pero los cambios de horarios así lo quisieron.
Algo importante a tener en cuenta es que así como cuando llegamos a Estados Unidos si o si hay que hacer seguridad y migraciones (por más que nos tomemos un vuelo internacional inmediatamente después), cuando nos vamos del país no tenemos que pasar por migraciones.
Es más, tampoco haremos control de seguridad si previamente tomamos un vuelo doméstico. Nosotros hicimos seguridad en Chicago y al llegar a Nueva York nos bajamos del avión y directamente fuimos a la puerta asignada para el siguiente vuelo. Por eso es posible elegir conexiones cortas para salir de Estados Unidos ya que es muy ágil el proceso. Todo lo contrario al ingreso.
A diferencia de otros países, las terminales estadounidenses no se dividen por nacionales o internacionales. Suelen agruparse por las aerolíneas que operan. American Airlines se ubica en la terminal 8 del JFK, por eso se da esa situación que te bajas de un vuelo local y te subís a otro internacional a pocos pasos.
Lo malo de la terminal 8 es que tiene pocos locales para hacer más amena la espera. Solamente cuenta con un salón VIP que es de American Airlines y para entrar necesitamos status en la compañía o pagar el ingreso (U$S 59). Es posible salir de la terminal e ir a otra para así poder acceder a un VIP donde tengamos la chance de usar una membresía, pero eso implica hacer control de seguridad en la terminal a la que vamos y luego hacer otro en la nuestra para tomar el vuelo.
Otra opción en una escala en JFK es salir a recorrer la ciudad, pero a menos que sean 10 horas de diferencia entre un vuelo y otro no lo haría. El aeropuerto es traicionero, tenemos una hora y cuarto (como mínimo) hasta el centro de la ciudad, otro tanto a la vuelta y después debemos considerar el tiempo en seguridad. Esto último puede llevar mucho tiempo, la cantidad de pasajeros es altísima y por confiarnos más de la cuenta nos podemos quedar sin viajar.
Por eso nosotros ni lo consideramos. Eran tres horas entre ir y volver, más dos haciendo los controles, nos quedaban otras dos horas limpias para recorrer. No valía la pena arriesgarse a demoras extras en el aeropuerto y/o el transporte público.
Así fue que nos refugiamos en unos asientos (donde no andaban los enchufes para cargar los dispositivos) y consumimos algo del siempre salvador Dunkin’ Donuts. El resto de los locales son carísimos y por lo que se veía en Google Maps, horribles en cuanto a servicio y calidad. Hay algunos juegos estilo fichines para pasar el rato, pero no mucho más.
Valga entonces este post para saber que hay que ir preparados para una escala en el JFK. Con los líquidos no se puede hacer nada ya que son estrictos con eso, tendremos que comprar o rellenar (fundamental contar con una botella vacía) si enganchamos un dispenser de agua en la terminal que nos toca. Pero con la comida podemos llevar lo que deseemos. Al menos tienen WiFi libre para entretenerse un poco y hay enchufes por todos lados, alguno que ande vamos a encontrar.
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