No es un título con trampa o una expresión de deseo, es algo perfectamente posible. En nuestra visita a Río en 2023 llevamos reales que teníamos de un viaje anterior, pero no usamos ninguno. Pagamos todo con tarjeta, sin tocar un solo billete.
Por supuesto que siempre depende del destino, la cantidad de días, la forma que tengamos de manejarnos y muchas variables más. De todas maneras, siempre llevamos algo de efectivo para cualquier contingencia que pueda suceder.
Ayudó mucho que en Brasil está muy difundido el uso de tarjetas (tanto débito como crédito) como así también billeteras virtuales. Hasta le pagamos con tarjeta un helado para Nico en un puesto callejero. Otra buena costumbre que tienen es que el aparato autorizador está del lado del cliente y nosotros mismos debemos pasar la tarjeta.
Incluso se puede pagar el metro directamente con cualquier tarjeta contactless argentina. Fue muy práctico no tener que preocuparnos por conseguir una tarjeta o abono de transporte. Unos meses atrás habíamos visitado Santiago de Chile y lo único que tuvimos que pagar en efectivo fue la tarjeta BIP! que sirve para moverse en el transporte público trasandino.
Recientemente estuvimos por Chicago y sólo usamos efectivo para comprar unos helados en la calle. Fueron apenas unos 10 dólares en 9 días de viaje.
Otro punto a favor de no usar efectivo es por la economía. Los gastos en el exterior con tarjeta incluyen una percepción a cuenta de ganancias que uno puede descontarse o será devuelta al año siguiente, según corresponda. Usar dolar billete sería más costoso. De todas maneras eso dependerá de cada caso y también como uno lleva adelante su economía.
Algo que agradezco de esto es no tener que volverme loco buscando donde cambiar moneda. Evitar las casas de cambio y en muchos casos cajeros que cobran comisiones altísimas por retirar efectivo. También esa intranquilidad de llevar dolares (o la moneda que sea) encima con uno, aunque la dejemos en la caja fuerte del alojamiento.
Deja un comentario