Hace poco les contábamos del uso que le dimos a Uber durante la corta visita que hicimos a Río de Janeiro. Ahí mencionamos un problema que tuvimos con un viaje. Ya nos había pasado en otro lado y también escuchamos de varios casos similares. Por eso bien vale tomar ciertos recaudos para evitar estafas en Uber.
Para ir del aeropuerto a nuestro hotel en Copacabana, elegimos hacerlo con Uber. La aplicación nos indicaba que el costo del viaje sería de R$ 65. Al llegar a destino, juraría que el chófer cerró el viaje, es una cuestión a la que estoy atento porque en Panamá nos pasó algo similar. Una vez realizado el check-in y conectado al WiFi, me doy cuenta de que el viaje había seguido unos cuantos kilómetros más. El tema es que el importe cobrado ascendía a casi R$ 114.
Lo curioso de todo esto es que se habían debitado los 65 reales que correspondían, pero se había rechazado el pago por la diferencia. Eso me da la pauta de que efectivamente el viaje inicial se cerró y que lo siguiente o fue un error de la aplicación o una avivada del chófer que de alguna manera lo siguió, marcó como una detención y luego continuación, o algo de eso.
De inmediato pedí en la app una revisión de mi tarifa que fue denegada. No me rendí y pedí hablar con soporte detallando lo que pasó e indicando que vean el mapa del recorrido que no tenía sentido alguno. El conductor había finalizado el viaje luego de dar una vuelta inmensa por la ciudad.
Me fui a dormir masticando bronca pero al despertarme ya tenía la resolución a mi favor. Me cobraban el viaje del aeropuerto al hotel, tal cual correspondía. Tal vez ayuda el hecho que la app tiene acceso a nuestra ubicación y nosotros estuvimos en el hotel mientras el conductor seguía viajando supuestamente con nosotros a bordo. Es fácilmente comprobable de esa manera, pero es solo una teoría mía.
Esto resalta también la importancia de tener datos en el teléfono. De haber sido así rápidamente hubiera detectado que el viaje seguía curso mientras hacía el check-in en el hotel. Fundamental mirar siempre que el conductor de por finalizado el viaje. También ir revisando que tome el camino que indica la aplicación para evitar diferencias en los cargos. Otra recomendación es que cualquier conversación que se tenga que dar con el conductor, hacerla por escrito en la app para que quede todo registrado.
No es la primera vez que sufrimos estafas con Uber: nos pasó algo parecido en Panamá con un conductor que eligió un camino distinto al que marcaba la aplicación, cobrando mucho más. En aquella ocasión apenas hice click en revisar tarifa me apareció el valor correcto en el acto.
Lo bueno de todo esto es que Uber resolvió enseguida el problema, lo que nos da confianza para seguir usando sus servicios. De hecho hicimos más viajes en los días siguientes sin problemas.
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