Reporte de vuelo a Río de Janeiro con Emirates

Vamos a confesar algo: cuando planeamos el viaje a Río hubo un factor preponderante que inclinó la balanza a su favor. Era la posibilidad de viajar por Emirates, una de las mejores aerolíneas del mundo. Gracias a Smiles esto pudo ser posible.

El vuelo tiene como destino final Dubai, en los Emiratos Árabes Unidos. Pero hace una parada en Río donde pueden subir y bajar pasajeros. Es decir, se comercializan también los vuelos entre Buenos Aires y Río de Janeiro gracias a la quinta libertad (es la posibilidad de un país de utilizar una ruta para continuar más allá de su destino inicial).

Llegamos al aeropuerto poco más de tres horas antes del vuelo y nos dirigimos a los mostradores de Emirates. Si bien ya habíamos realizado el check-in online y no despachábamos equipaje, consultamos si hacía falta hacer un control de documentación y nos dijeron que si. Entiendo que eso depende del destino y la aerolínea ya que este año viajamos dos veces a Santiago por Latam y fuimos derecho a hacer seguridad sin pasar por mostradores (obviamente sin despachar y con el check-in hecho).

mostradores Emirates

Rápidamente revisaron la documentación y pesaron nuestro equipaje, además de etiquetar los bolsos de mano. De ahí nos dirigimos a la nueva terminal (a menos de 200 metros) para hacer nuestro debut en los nuevos sectores de seguridad y migraciones. Pasamos rapidísimo al tener prioridad por ir con un menor y enseguida ingresamos en el salón de Aeropuertos VIP Club.

Mientras estábamos en el VIP me llamaron por teléfono de la aerolínea pidiendo que me acerque a la puerta de embarque para hacer un chequeo (faltaban quince minutos para iniciar el abordaje). Revisaron nuestros DNI ya que según me dijo en el primer control les faltó tildar algo. Esto marca la importancia de tener todos nuestros datos actualizados en la reserva. Sirve para estar en contacto con la aerolínea para estas cosas, embarque, demoras, cambios de puerta, equipaje, etc.

Ya en el avión nos esperaba una bolsita en cada asiento con manta, almohada y auriculares. La aeronave que utiliza Emirates para este vuelo EK 248 es un Boeing 777-200LR. Los asientos en economy son bastante cómodos, tienen un poquito más de espacio de separación con respecto a los de adelante. Cuentan con pantalla para disfrutar de un amplio catálogo de entretenimiento a bordo. Y también algo que disfrutamos mucho quienes amamos volar: hay cámaras en la parte externa del avión. Una de frente y otra en la parte de abajo, las podemos seguir en pantalla en todo momento.

entretenimiento Emirates

Respecto al servicio, me dio la impresión que había más TCP que el promedio. Hay una cantidad mínima por reglamentación pero tuve la sensación de que había más personal. Por nuestro pasillo pasaron entre 3 o 4 siempre atentos y serviciales.

Una vez que despegamos pasaron a entregarle un kit a cada niño en el avión. Una mochila hermosa que se pliega junto a un libro con actividades y para colorear. Para esto último se necesitan lápices y ahí estaba una cajita con 6 colores para tal fin. Muy buen detalle que entretiene a los chicos y alivia a los adultos.

Habíamos puesto en la reserva la solicitud del menú kids para Nico y así fue. Cuando llegó el momento de la comida primero le dieron a los niños y quienes pidieron un menú específico (vegetariano, celíaco, etc). Otro acierto en mi opinión.

comida Emirates

Vino bien completo con fideos, ensalada, pan, galletitas, postre y agua. Lindos detalles como los animales en el postre o servir fideos de letras. Para los adultos la opción era carne o pollo. Cuando dijeron que la carne era “brazilian beef” opté por el pollo ya que la verdad no soy fan de el tipo y la forma de hacer carne de nuestros vecinos. Dani la pidió y no le gustó mucho. Otro detalle es que entregan cubiertos metálicos.

Luego pasan a ofrecer café y en el galley dejan algunas galletitas de agua y bebidas para servirse. Se nos pasaron volando (literalmente) las casi tres horas de vuelo. Al aterrizar solamente descienden los pasajeros que van a Río, el resto se quedan en el avión. Lo mismo nos pasó a la vuelta, el embarque era muy sobre la hora del vuelo, ahí me di cuenta que era porque no bajan todos los pasajeros y también suben pocos.

Los baños pequeños como en todos los aviones, pero estaban impecables. Tenían detalles en madera como en el resto del avión.

Fue una muy linda experiencia volar con Emirates. Los tripulantes son de distintas partes del mundo y hablan varios idiomas, por lo que siempre encontraremos a alguien que habla español. Destaco especialmente la atención que tienen con los niños. Ojalá algún día podamos volver a viajar con ellos.

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