No tiene la prensa del Sawgrass, el shopping por excelencia de Miami. Pero Dolphin Mall te salva y acá te contamos por qué.
Fuimos dos veces a Miami. El primer viaje transcurrió enteramente en la ciudad durante una semana. La intención era descansar antes que llegara el último tramo de mi embarazo (estaba de 20 semanas) y obviamente comprar todo lo que nos hiciera falta para la llegada de Nico. El segundo viaje, ya con Nico entre nosotros, fue este año para subirnos al crucero y permanecimos muy poco en Miami.
En ambos viajes el vuelo arribó temprano a la ciudad y debíamos hacer tiempo para el check-in del alojamiento, que recién se habilitaba en horas de la tarde. Además, siempre hay hambre. Y para ello, Dolphin Mall, ubicado a pocos minutos del aeropuerto de Miami, es ideal. Tiene todo lo que necesitamos.
El patio de comidas no es súper grande pero tiene buenas opciones. Este año recalamos en Café Cubano. Pedimos una bandeja suculenta que incluía la tradicional ropa vieja (carne desmechada) más guarniciones. Estuvo buenísimo y comimos un poco de todo: carne, porotos, papas y arroz.
Pero a lo largo del Dolphin Mall y fuera del patio de comidas también hay otros locales donde probar las mieles yanquis apenas llegamos. Cómo sabrán, somos fans de Cinnabon y tiene su local en el Dolphin. Este año además le dimos la oportunidad a Auntie Anne’s, los famosos pretzels. No nos llamaban la atención pero esta vez los probamos y nos fascinaron.
Dolphin también está bueno para despuntar el vicio de las compras apenas llegás. Nuestro local favorito es Burlington como ya les contamos en este post. En este segundo viaje íbamos a tener pocas horas en la ciudad porque el resto serían en altamar. Por lo que este tiempo muerto hasta el check-in fue clave para adquirir algo de ropa. El resto del viaje no hubo tiempo porque ya debíamos subir al crucero al día siguiente, y al bajar del barco ya nos íbamos directo al aeropuerto.
En lo particular soy más fan del Dolphin que del Sawgrass que me abruma bastante con su tamaño. Y de hecho, me está costando mucho la parte de las compras. Siento que se me va mucho tiempo ahí y además Nico se aburre y se fastidia.
Por supuesto, el Dolphin también puede ser ideal para hacer tiempo antes del vuelo de regreso. Aunque para eso nosotros ya tenemos un clásico: el Flanigan’s de Doral, donde nos despedimos de Miami las dos veces que fuimos.
Una vez más, te agradecemos, Dolphin Mall. Y si volvemos a Miami en algún momento, serás nuevamente nuestro plan salvador para hacer tiempo antes de poder entrar al alojamiento.
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