Muchas veces recibimos consultas sobre si tal o cual página es “confiable” o si “conviene” reservar por determinado sitio web. Por supuesto que hay de todo pero somos nosotros como consumidores los que tenemos las mejores herramientas para evitar las estafas o inconvenientes. No solo en alojamientos, también en excursiones o incluso en alquileres de autos.
Lo primero que debemos tener en cuenta es a través de que plataforma estamos contratando. Cuando recurrimos a alguna de ellas, están oficiando de intermediarios entre dueños y clientes. Eso puede hacer que el precio sea un poco más alto ya que se incluye la comisión de la plataforma (no siempre es así) pero nos da a nosotros como consumidores la seguridad de tener un respaldo por si algo anda mal (también tiene sus excepciones, como todo).
La tranquilidad de contratar en sitios web con experiencia en el mercado, tiene que ver con el hecho de que para que un propietario pueda ofrecer sus servicios, debe pasar un filtro. Hay una verificación de identidad, presentación de documentación, aspectos impositivos y legales, etc. Toda una serie de requisitos que disminuyen bastante la chance de alguna estafa. Obviamente nada es infalible, por eso nunca está de más tomar unos recaudos extra.
A veces en las búsquedas nos topamos con algún precio imposible, de esos que no se pueden dejar pasar. Lo primero que hay que hacer es mirar los comentarios. Es importante que tenga muchos, para confirmar que efectivamente existe el lugar o servicio y obviamente que sean positivos. Otro consejo es buscar el lugar en Google Maps, que coincida con los datos brindados en la página y también revisar los comentarios.
Suele pasar que esos precios bien de oferta sean de alojamientos nuevos. No necesariamente recién construidos, sino que son nuevos en la plataforma y entonces buscan captar nuevos clientes y hacerse un nombre. De nuevo, buscarlos en otros sitios nos ayudará a conocer más sobre su existencia y prevenir estafas.
Nos pasó cuando fuimos a Ushuaia que dimos con un Airbnb hermoso a un precio increíble. Resulta que la anfitriona recién empezaba en la página y fuimos sus primeros huéspedes. Salió todo perfecto por suerte, confiamos mucho en Airbnb y su atención al cliente (lo hemos usado en varios países, no hemos tenido problemas). No hace mucho buscamos ese departamento y el precio es muchisimo más alto. Tiene su lógica también: ya se hizo un nombre y una buena reputación.
Otro aspecto que se da sobre todo en estancias nacionales: la seña. En varios sitios web (especialmente en Booking), las reservas son con pago en destino. Ya explicamos sobre Booking, el valor del dolar y los impuestos. Es habitual que los dueños pidan una seña para confirmar la reserva. Algunos lo aclaran en el anuncio pero muchos otros no.
Lo importante en estos casos es que cualquier intercambio que tengamos con los propietarios sea a través de la mensajería de la plataforma donde contratamos. Muchos ofrecen contacto por whatsapp, lo cual es útil cuando estamos en destino, ya sea para combinar llegada/salida o cualquier inquietud que surja durante la estadía.
Pero para situaciones donde piden algún adelanto o cuestiones sobre servicios ofrecidos en la reserva es importante usar el chat de la página para que todo quede plasmado allí y prevenir estafas. De esa manera, ante algún inconveniente el intermediario tendrá acceso a esas conversaciones para poder resolver la situación. Algo parecido a lo que pasa con Mercado Libre por ejemplo, son pruebas fehacientes y así evitamos la clásica discusión de la palabra de uno contra la de otro.
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