Uno de los temas que más consultas disparan en nuestra cuenta de instagram refiere a los viajes con niños, especialmente cuando son muy chiquitos. Notamos que los mapadres, especialmente cuando viajan por primera vez con ellos, se preocupan mucho y es normal. Temen olvidarse de algo, de no estar lo suficientemente preparados. En primer lugar les digo: relájense. Y en segundo lugar, que confíen más en sus hijos. Pero hay algo que creo es fundamental para tener éxito: los viajes ahora se adaptan al niño y no al revés.
Está más que claro que viajar con hijos se puede y acá lo demostramos todo el tiempo. Nico tiene la friolera de 43 vuelos con 3 años y medio de vida. Está super acostumbrado y le encanta. Para él, ir a un aeropuerto es lo más normal del mundo. Lo reconoce enseguida y en el avión se siente como pez en el agua. La clave, para mi, es que se sienta cómodo.
A ver, no quiero herir susceptibilidades. Pero pienso que no podemos pretender seguir viajando como antes. Debemos resignar actividades, horarios, tiempo. Me encantaría conocer El Chaltén, pero se que es un destino ideal para minitrekking y con Nico tan chiquito aún, no es posible. Me encantaría ir a Machu Picchu, uno de mis sueños pendientes, pero no lo creo uno de esos viajes para ir con un niño chiquito. A veces pienso, por ejemplo, que Las Vegas tampoco era apto niños. No tuvimos ningún problema, pero no la sentí una ciudad amena para ir con chicos. Quizás lo detallaré en otro post.
No podemos ya llenar los itinerarios de actividades. Cuando viajábamos solos, nos íbamos del alojamiento prácticamente todo el día. En Nueva York, donde hay tanto para hacer, nos íbamos del Airbnb a las 8 o 9 de la mañana y no regresábamos hasta las 21 o 22 hs, a veces incluso más tarde. Desde esa ciudad hemos hecho visitas en un día, ida y vuelta, a ciudades como Washington y Boston que quedan a cuatro horas de bus. Hoy todo eso no sería posible. Serían días extenuantes para Nico que además necesita cortar y tener su siesta.
Incluso cuando el plan está adaptado a los niños puede ser agotador para ellos. Ya les contamos sobre nuestra experiencia en Disneyland. Nico estaba muy contento de ver a Mickey y sus amigos, pero llegada la hora habitual de su siesta se fastidió muchísimo y no pudimos quedarnos mucho más.
El otro día hablábamos con Ger sobre volver a ciudades que ya visitamos pero ahora con Nico. Y pensábamos: qué bueno que ya fuimos a Versalles o al Museo del Louvre. Hoy para él esas actividades serían un completo embole, porque además son espacios inmensos que no se recorren rápido.
Hace poco estuvimos en la bellísima San Martín de los Andes. Queríamos aprovechar y hacer la navegación a Hua Hum; además, Nico aún no paga y al cumplir los 4 sí lo hará. Pero el tiempo, si bien estaba soleado, era muy fresco. La temperatura del día arrancaba bajo cero y el termómetro no superaría los 5°. Exponer a Nico al frío, en un día largo con mucho para hacer al aire libre, claramente no era viable.
Mucha gente desiste por estas cuestiones de hacer viajes con un niño. Y es un error. Lo que es importante, creo yo, es figurarse que no será como viajar solos, si ya tienen experiencia en ello. Que si queremos que nuestros hijos sean felices paseando, descubriendo, viviendo aventuras, algo sin dudas necesario y más hoy en un mundo lleno de pantallas, debemos hacer que esos viajes sean amenos para ellos, adaptados a sus necesidades. Que incluyamos actividades para ellos, que no los dejemos afuera de esa planificación.
Sentimos que esa fue la clave para que Nico nos haya salido bien viajero. Intentamos que nuestra vida viajera no cambie demasiado con su llegada: seguimos viajando (incluso más que antes) y paseando. Pero sí adaptamos las salidas, paseos y viajes a él. Y así será por un buen tiempo. Es un consejo humilde, creo que nadie tiene la verdad revelada, pero cuando me preguntan cómo hacemos para viajar tanto con un niño, es lo mejor que puedo decirles. ¡Espero les sirva! Porque vivir aventuras en familia es lo más.
Excelente, coincido con todo. Por acá viajando con niño de casi 2 años ya. Y, es tal cual, vamos adaptando los viajes a él. (Increíble la cantidad de vuelos de Nico ya!)
Hola Pedro! Muchas gracias. Qué bueno que te haya gustado. A seguir descubriendo el mundo junto a ellos. Que se vengan muchos más viajes en familia. Saludos!