Cuando reservamos unos pasajes a la maravillosa San Martín de los Andes, nos preguntábamos si debíamos ir nuevamente a la casa de té Arrayán. La verdad no lo dudamos mucho, fue un si casi instantáneo. Teníamos que llevar a Nico allí para que disfrute del lugar y su comida. Obviamente que no podíamos hacerlo caminando como aquella vez, así que nos vino justo para hacer un post sobre como llegar y la modalidad de reservas.
Ya hablamos del trekking en el otro post, es una caminata de casi 5 km en subida. La vuelta suele ser ideal para hacerla a pie, ya que vamos en descenso y de paso también “bajamos” la panzada que uno se da habitualmente en el lugar. Nos habían comentado que un colectivo de línea te deja a aproximadamente un kilómetro, donde esta el mirador. Pero consultamos en la oficina de turismo y nos dijeron que no.
Nuestra opción fue hacer el viaje en remis. Sacamos varios números de WhatsApp en la oficina de turismo y consultamos los valores. Dos agencias de taxis nos pasaron $3.200 cada viaje y una de remises $2.500. Obviamente fuimos con esta última y a la vuelta los contactamos para que nos vengan a buscar. Estos valores corresponden a mayo de 2023. Para destacar la atención de todos los transportes que contactamos, rápida respuesta y muy clara. Incluso nos avisaron que auto nos iría a buscar.
Muy importante tener en cuenta el tema de las reservas. Si o si hay que ir con una, vimos rebotar a un montón de gente ese día que no había reservado. Ya sea para consumir adentro o hacer el picnic en las mesas de afuera. Dan una tolerancia de 5 minutos, entonces si alguien no asiste se puede acceder pero es arriesgarse mucho, más todavía en días lluviosos/fríos en los que no se habilita la parte exterior. Los turnos se sacan de la web oficial de Arrayán.
Para poder cumplir con los horarios, cada turno cuenta con una hora y media de servicio. Es tiempo más que suficiente, incluso nos sobraron unos minutos a nosotros. Aunque claro, una vez adentro calentito, comiendo rico y contemplando la increíble vista que tenemos, nadie se quiere ir.
El lugar es precioso, todo en madera y con ventanales que nos permiten ver el lago y las montañas. La casa de té Arrayán es la más antigua de la Patagonia. Cuentan también con alojamiento en cabañas.
Respecto a la gastronomía, esta vez nos pedimos el servicio de té completo para dos. Consiste en dos teteras con blends a elección, y la clásica torre de tres pisos con scones, sándwiches, dos tortas a elección, mermeladas, trufas y varias cosas de panadería. De cada tetera salen 4 tazas de un té realmente exquisito. Todo lo que sobra, lo ponen en bandejas para que te lo lleves.
Hacen todo ahí mismo, incluso venden sus panes de masa madre y otros productos de elaboración propia. Para el que no se animó a llegar caminando, hay un sendero que sale de ahí de baja dificultad y poca duración según comentaba uno de los mozos.
Desde ya que los precios no son para nada económicos. Este servicio tuvo un valor de $14.500 y nos ayudó mucho contar con PreViaje para afrontar el gasto. Vimos que varias personas en mesas cercanas también abonaron con tarjeta PreViaje. Se puede gastar menos tomando un café con alguna porción de torta. Lo que sea para darse el gusto de visitar tan mágico lugar.
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