Como ya les contamos en numerosos posteos, recientemente nos subimos a un crucero de Royal Caribbean y tuvimos dos paradas. Una en la hermosa CocoCay, la isla privada de la naviera. La otra fue en Nassau, la capital de Bahamas. Nassau es una parada habitual de los cruceros, así que vamos a contarles qué hicimos allí.
El Liberty of the Seas amarró en Nassau alrededor de las 8 am. Nos encontrábamos en el último día de navegación; luego emprenderíamos el regreso a Fort Lauderdale. Desayunamos en el maravilloso buffet del piso 11 del barco y luego si, bajamos por el muelle de la terminal de cruceros hacia tierra firme.
Una pregunta que me hacía en la previa es si se debe pasar por Migraciones al llegar a la capital de Bahamas. Imaginaba que no, pero como era algo nuevo, no lo sabía con certeza. Efectivamente no debimos hacer ningún trámite al bajar del crucero. Simplemente caminamos por el muelle y enseguida estábamos recorriendo las calles de la capital.
Lo primero que encontramos fue una Nassau congestionada y en obras. Resulta que este año se cumple el 50° aniversario de la independencia de Bahamas respecto del Reino Unido, aunque siguen manteniendo un fuerte vínculo. Estaban armando un escenario y eso nos impidió apreciar la Plaza del Parlamento, la principal y sede de gobierno de Nassau. Pero bueno, pudimos ir a la parte de atrás y tomar algunas fotos de las construcciones gubernamentales.
Luego tomamos la avenida principal del downtown, Bay St., y allí encontramos un Starbucks donde se aglomeraba algo de gente. Starbucks tiene wifi libre, por lo cual adivinamos la intención: era gente del crucero que, al igual que nosotros, quizás no tenía datos de internet y aprovechó para conectarse. Nosotros hicimos lo mismo para contactarnos con nuestros familiares y seguimos camino.
La siguiente parada fue el colorido Straw Market. Allí pueden encontrar básicamente souvenirs de Bahamas. No es un mercado gastronómico. Dimos una vuelta pero no adquirimos nada. Teníamos calor y queríamos llegar a la playa.
Pero antes hubo una parada. Nos topamos con un Dairy Queen y aprovechamos a comprar un helado, más precisamente el famoso Blizzard, que tiene la característica de que al ponerlo hacia abajo no se vuelca. Hacía poco lo habíamos “descubierto” en un programa de tv y nos encantó. Pero resulta que Dairy Queen es una cadena histórica de los años 40 y el Blizzard ya tiene unos cuantos años.
Finalmente llegamos a la playa, muy cerquita de la terminal. Se llama Junkanoo Beach y es realmente bella. El agua estaba templada, hermosa, transparente. Nico se entretuvo bastante, como siempre, ya que le encanta la playa. Ahí mismo hay un hotel que, estimamos, debe tener alquiler de sombrillas por el día como tienen muchos hoteles que reciben a gente de los cruceros.
Y eso fue todo lo que hicimos en Nassau pues se acercaba el horario de almorzar y preferíamos volver al crucero para hacerlo. El barco permanece en la isla aproximadamente hasta las 16 hs y después ya emprende el regreso. ¿Hay margen para hacer algún paseo? Si, en la terminal además apenas bajen van a encontrar más de un bahameño ofreciendo tours de navegación y demás. Pero a calcular bien el horario de regreso, porque el crucero no los va a esperar.
Sumamos así una nueva capital. Fue una linda parada en Nassau, una ciudad colorida, con toques de modernidad y una playa hermosa muy cerca de la terminal de cruceros. Vale la pena caminarla un poco.
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