Como les venimos comentando en varios posteos, arrancamos el 2023 subiéndonos a nuestro primer crucero. Pasamos la primera noche navegando y a la mañana siguiente el Liberty of the Seas amarró en la isla privada de Royal Caribbean en las Bahamas. Y por supuesto bajamos del barco para disfrutar este Perfect Day at CocoCay.
Si bien la naviera posee este cayo en las Bahamas desde hace unos cuantos años, efectuó una gran inversión en 2019. Desde ese entonces, la isla posee un muelle muy cómodo para desembarcar a pie (antes se hacía en embarcaciones pequeñas) y toda una infraestructura espectacular para pasar un día increíble.
Dentro de esa infraestructura hay atracciones incluidas en el precio del crucero y otras que se pagan aparte, como es el caso del globo aerostático que permite tener una vista panorámica de la isla, o el Thrill Water Park, que posee toboganes de agua y una pileta con olas, entre otros. Asimismo, hay otros sectores VIP como unas cabañas privadas sobre la playa que también pueden contratarse.
Nosotros utilizamos los servicios que teníamos incluidos. Además, Nico ama la playa y la arena, entonces sabíamos que íbamos a pasar más tiempo en esos sectores. Pero lo que también le encantó a Nico fue un barco pirata que en realidad era un enorme juego acuático que se encuentra apenas bajás a la isla. Jugó mucho ahí y después si, ya nos fuimos para la playa.
En las playas de la isla (que se recorre perfectamente a pie, pero también hay una especie de carrito para recorrerla) hay reposeras y sombrillas de sobra. El Liberty era el único apostado allí, pero como la mayoría de los cruceros de la naviera por el Caribe hacen Perfect Day at CocoCay, puede que haya otro. Seguramente está todo preparado para recibir, como máximo, a dos cruceros por día.
Cuando bajamos del barco nos dieron las toallas: se entregan una por persona y se devuelven al subir. Recuerden que tanto para subir como para bajar del barco es necesario tener siempre encima las Sea Pass. Son nuestra tarjeta de identificación y también de pago.
Llegado el mediodía nos dio hambre y nos fuimos hacia Chill Grill, el buffet que tenemos incluido en el precio. La comida aquí es bien simple y “de playa”. Encontramos ensaladas, tacos, sándwiches varios, hot dogs, hamburguesas, frutas, bebidas y postres. También hay máquina de helados. Todo muy rico y fresco.
Luego de almorzar, volvimos a la playa pero esta vez fuimos a otra, un poco más grande. Nos perdimos algunas cosas de la isla, no llegamos a recorrerla del todo. Por ejemplo, ni nos asomamos a la pileta. Y es que pileta ya tenemos en el barco. Como les contamos, Nico prefiere la arena, y de hecho no quería irse.
En CocoCay también hay venta de souvenirs y se pueden alquilar equipos para realizar snorkel.
El barco permanece unas 8 horas en la isla, más que suficientes para disfrutarla. Pero nos gustó tanto que nos dan muchas ganas de hacer otro crucero para volver a vivir este Perfect Day at CocoCay.
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