Cuando decidimos hacer un crucero sabíamos que entrábamos a un universo nuevo y totalmente inexplorado por nosotros. Como siempre, fuimos leyendo y mirando videos de gente mostrando distintos cruceros para ir entendiendo la dinámica. Siempre nos generaba dudas saber si está todo incluido o no, el tema de las bebidas, propinas, etc. Por eso bien vale contar nuestra experiencia.
En nuestro caso abordamos un barco de Royal Caribbean. Si bien cada naviera tiene sus reglas, por lo general hay varias cosas que son similares en todas. Si contratan mediante agencia, ellos les explicarán bien en detalle que obtienen por lo que están pagando. Al hacerlo por cuenta propia, hay que ir leyendo e informándose sobre cada aspecto. Afortunadamente tanto la web como la app de Royal son muy claras al respecto.
Las comidas del buffet están todas incluidas. Uno puede ir y servirse cuantas veces quiera. También en el restaurante que nos asignan al abordar. Es a la carta y salvo especificación en contrario, no hay costo adicional. Hay que reservar previamente eligiendo el horario. Nosotros no fuimos ningún día, la verdad nos encantaba el buffet y además costaba conseguir cupo.
Si ya cerraron los restaurantes y tenemos hambre, podemos conseguir pizza y/o sandwiches en una pizzería que abre hasta las 3 am. Obviamente que allí también dispondremos de las bebidas incluidas en todo el crucero: agua, té (frío y caliente), café y limonada. En los restaurantes también nos ofrecen sin cargo jugos de frutas que van variando. Frente a la pileta hay una máquina de helados libre, el sueño de cada niño (y adulto). De todas maneras tiene un horario acotado.
Se pueden comprar diferentes packs de bebidas. Hay de gaseosas, bebidas alcohólicas y hasta uno de café espresso. Nosotros contratamos uno de gaseosas pero en este barco la verdad no convenía. En otros tienen la FreeStyle Machine de Coca Cola como en muchos locales de comida rápida estadounidense, donde tenemos una variedad de 100 bebidas. Acá te servían en los bares y el surtido era escaso.
Hay restaurantes de especialidad y otros negocios que se cobran aparte. Por ejemplo este barco contaba con un Starbucks, una sucursal de la cadena de hamburguesas Johnny Rocket’s y un local del helado Ben & Jerry’s, entre otros.
Pasando al entretenimiento, siempre encontraremos piscinas a disposición. Algunas son para adultos (además de jacuzzis), otras para niños. Hay toboganes acuáticos e incluso una pileta especial para surfear. Las reposeras y toallas son de cortesía. Lo único que vimos de pago es el spa con masajes.
Todos los días hay espectáculos teatrales y proyección de películas en un cine, solamente hay que reservar un lugar. En la parte superior del barco se encuentran canchas de basquet, mesas de ping pong, campo de minigolf y hasta un muro de escalada. Todo incluido. Lo que si se pagaba era el sector de juegos y fichines. La mayoría costaba U$S 1,50 la ficha.
Para los más chicos hay diferentes Kid’s Clubs, ya todo incluido en la tarifa. Están segmentados por edades y tienen cuidadores que a su vez animan a los niños con juegos y actividades. Pasadas las 22 hs se cobraba un cargo de U$S 7 dolares la hora por servicio de niñera. Antes de ese horario es sin costo.
Un tema crucial en cualquier crucero son las propinas. No están en el costo inicial (aunque es posible prepagarlas antes del viaje) y se cobran por persona y por noche. Uno puede acercarse al sector de atención al cliente para modificar ese valor o pedir que las quiten si está disconforme. Pero automáticamente se van cargando día a día a nuestra cuenta.
Hay varios opcionales que la naviera nos querrá vender antes y durante el crucero. Excursiones en tierra, servicios VIP, fotos, los mencionados packs de bebidas, etc. Pero se puede disfrutar perfectamente la experiencia pagando solo la tarifa.
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