Nuevamente nos tomamos un fin de semana para descansar y turistear no muy lejos de casa. Recientemente lo habíamos hecho en La Plata, pasando un hermoso fin de semana. En este caso, el lugar elegido fue el Sheraton Pilar & Convention Center. Un hotel cinco estrellas, con precios de esa categoría pero con servicios no acordes a ese nivel.
Se ubica en el Km. 49,5 de la Panamericana, muy cerca de Las Palmas del Pilar. Tiene un amplio parque con jardín, piletas, canchas de fútbol y tenis, juegos para chicos y spa. Se destaca su espacio para conferencias y eventos.
En nuestro caso lo contratamos a través de Despegar para así acceder a las 12 cuotas sin interés y poder meterlo en PreViaje. También sumamos puntos para el Pasaporte Despegar, que otorga descuentos en nuestras compras, pero hasta ahora no lo notamos muy atractivo.
Llegamos alrededor de 15:30, unos 30 minutos después de iniciada la hora de check-in. Acá notamos el primer punto flojo, se genera mucha demora en el proceso. No ofrecen la posibilidad de hacerlo online como muchos otros hoteles, entonces en mostrador se forman filas. Hay que completar datos a mano que ya consignamos en el proceso de compra. Burocracia innecesaria que genera pérdida de tiempo. Algo parecido ocurrió en el check-out. Solo una empleada para ese trámite cuando se sabe que hasta el mediodía hay un alto flujo de gente que se retira.
Ya con las tarjetas en la mano, nos dirigimos a nuestra habitación. Conectarse al WiFi increíblemente fue otro problema. Hay que entrar a una red con nuestro número de habitación, iniciar sesión y elegir que paquete de internet comprar (!). Nos avisaron que no se cobra nada pero que eso quedó así de antes. No obstante, no importa el paquete que elijas, no funcionaba. Te pedía comunicarte con recepción, así lo hicimos y se solucionó.
La habitación era enorme, con una cama gigante, sillones, escritorio con silla para trabajar con una computadora y un amplio ventanal con vista al jardín y la pileta. Teníamos reservada una cama extra para Nico pero brillaba por su ausencia. Lo mismo las toallas, había dos solamente.
Nos esperaban dos botellas de agua de cortesía y un frigobar para tener bebidas frescas. Lamentablemente no hay pava eléctrica en la habitación. Un detalle incomprensible para un hotel cinco estrellas. Por la noche estaba algo caluroso y al querer regular la climatización notamos que no andaba.
Nos dirigimos al área de spa para utilizar las piletas. Nos encontramos con la sorpresa que la pileta climatizada interna si bien está disponible hasta las 22 hs, para los menores es solo hasta las 17 hs. Así que tuvimos que dejarla para el día siguiente para que la disfrute Nico. No tengo una razón o explicación lógica para tal restricción por parte de Sheraton Pilar. Al menos se entretuvo en los juegos para chicos en el parque cercano a la pileta externa.
El desayuno se ofrece en el restaurante Las Vasijas, ubicado frente al lobby del hotel. Nos sirven las infusiones junto con el jugo de naranja o agua y nosotros disponemos del buffet para la comida. Bastante variado y muy rico todo. En la mesa dejan una carta con algunos productos que tienen costo extra. Entiendo que se pague aparte el salmón pero cobrar un cargo por unos pancakes… es harina, leche y huevo. Estamos hablando de un hotel cinco estrellas!! Que obviamente cobra la noche como tal pero te da servicios como uno de tres con suerte.
Pero no todas son pálidas en Sheraton Pilar. Cuenta con estacionamiento incluido en la tarifa, tanto al aire libre como subterráneo. El servicio de spa incluye sauna y gimnasio. Además, la atención recibida en todo momento fue excelente. Tanto en recepción, como en el desayuno o en la pileta. Todos predispuestos a ayudar y muy amables.
En conclusión, como ya hemos desarrollado en el post, no vale lo que cobran. Son detalles, nada muy grave, pero en un establecimiento que se considera ser de excelencia, no deberían estar. Algo ya nos había tocado experimentar en el Sheraton Retiro, pero en ese caso todavía estaba la pandemia y el precio abonado fue irrisorio.
Deja un comentario