Disneyland Park, el primer parque de Disney

disneyland park

En este post hubo un adelanto de nuestro frenético día por los dos parques que Disney tiene en Anaheim, California. Especialmente ahí hablamos de las sensaciones de nuestra primera vez en las tierras de Mickey Mouse y sus amigos. Ahora vamos a centrarnos en Disneyland Park, que fue el que visitamos primero.

Disneyland es, como dice el título, el primer parque de la historia de Disney. Y de hecho fue el único enteramente diseñado por su fundador, Walt Disney, que tenía una habitación donde supervisaba todo ubicada en el piso superior de la estación de bomberos. De modo que es un lugar especial porque aquí comenzó la magia, mucho antes de la creación y construcción de su parque más famoso, Walt Disney World en Orlando, Florida.

disneyland park

Llegamos caminando desde el estacionamiento donde dejamos el auto y el control de seguridad fue algo lento. Poco después ya estábamos en Main Street y comenzamos a sumergirnos en el espíritu Disney, del cual no somos fanáticos. Creo que el disfrute y la ansiedad por ir pasaba más por Nico, fan de Mickey y sus amigos. Apenas llegamos, nos topamos con Minnie que bailaba desde lejos y aún no tenía contacto con los niños, como sí ocurre ahora superada la etapa Covid.

main street disneyland
Main Street, según dicen, está inspirada en una calle del pueblo donde nació Walt Disney

Pero lo cierto es que los protocolos sólo estaban en no abrazarse con los personajes, porque después todo era un mundo de gente. Filas largas donde si no querías contagiarte de algo, bueno, no era el lugar indicado. Con un calor importante para ser invierno empezamos a mirar la app de Disneyland para chequear la demora en las atracciones. Como había demora en todas, primero elegimos ir hacia ToonTown donde están representadas las casas de Mickey y sus amigos. Ahí Nico se divirtió muchísimo, especialmente en la estación de bomberos y en los autos.

Como vimos que en las tazas de la hora del té de Alicia en el País de las Maravillas (una de mis películas favoritas de la infancia) no había tanta fila para subir, nos dirigimos hacia allí y pocos minutos después girábamos dentro de ellas. Las tazas están en Fantasyland, separado de Main Street por el castillo de la Bella Durmiente, probablemente no tan espectacular como el de Orlando pero con mucho encanto también. Son 9 las áreas o tierras de Disneyland Park.

El icónico castillo de la Bella Durmiente. Al atravesarlo comienza Fantasyland

La siguiente atracción a la que nos dirigimos fue Autopia, unos autitos donde pudimos subirnos también los tres juntos. Depende, por supuesto, de la altura del niño. Acá la fila ya fue un poco más larga y el fastidio de Nico se hizo evidente. Por eso al terminar y para cortar un poco con la actividad paramos a almorzar. Todo es bastante caro para nuestros bolsillos como suponíamos, así que llevamos nuestra propia comida.

disneyland railroad
La vista de una de las tierras desde Disneyland Railroad, tren traccionado por una antigua locomotora

Luego nos subimos a Disneyland Railroad. Va traccionado por una locomotora a vapor y está muy piola, porque permite recorrer el perímetro del parque. También hubo que esperar bastante para subir y a esta altura empezábamos a cansarnos de las filas. Como les adelantamos, no somos muy pacientes. Pero el incipiente fastidio se fue rápidamente cuando bajamos en ToonTown nuevamente y Nico vio de cerca a Mickey y Goofy. La felicidad de nuestro niño nos hizo decirnos casi al unísono que las entradas habían valido cada centavo.

Luego nos fuimos hacia Star Wars Galaxy’s Edge. Sabíamos que por las demoras (más de una hora y media) no podríamos subirnos a ninguna atracción, pero ver de cerca a Chewbacca y a Rey fue genial, así como al Halcón Milenario, los Stormtroopers y algunos droides. Está realmente muy buena y para los que somos fans de la saga fue como estar, justamente, en Disney.

star wars galaxy's edge disneyland park
Para los que somos fans de Star Wars este es un momento cumbre

De ahí pasamos por la bellísima New Orleans Square (ciudad que nos encantaría conocer algún día) y empezamos a encarar hacia la salida. Nico tenía un visible fastidio por su falta de siesta. Se tranquilizó bastante cuando fuimos al City Hall y le dieron su pin de primera visita.

Eran aproximadamente las 15 hs. Hacía seis horas que estábamos caminando, haciendo filas, chocándonos con gente. Decidimos que ya teníamos suficiente de Disneyland Park. Si, probablemente nos faltó recorrer un tercio de parque y nos subimos a muy pocas atracciones. Pero con un niño de dos años hay que administrar la energía y el tiempo.

Todavía nos quedaba visitar Disneyland California Adventure y eso vendrá en otro post.

Sé el primero en comentar

Deja un comentario