Aruba no es sólo playa. En los últimos años incorporó una atracción distinta a todo: el barrio de San Nicolás. Con murales por doquier y muy cerca de la espectacular Baby Beach, San Nicolás se convirtió en un plan imperdible en la Isla Feliz.
Llegamos con el auto que alquilamos especialmente para ir hasta esa zona que está bien al sur. Si bien la isla no es muy grande, hay que manejar al menos unos 30 minutos para llegar hasta San Nicolás. Pero también podés ir con el Arubus, del que ya hablamos en este post y que tiene varios recorridos hacia allí, pero no te va a permitir llegar hasta la playa.
Estacionamos justo enfrente del Visitor Center de San Nicolás. Allí un guía muy amable salió inmediatamente de la oficina y nos empezó a contar sobre el barrio. Hablamos en español, idioma que afortunadamente manejan los arubanos sin problemas. Nos dio un mapa, fundamental para saber donde se encuentran los murales, que son muchos, y empezamos a caminar.
En primer lugar nos topamos con el emblemático Nicolaas Store. Es un museo que muestra cómo era la vida en la isla en otros tiempos pero además tiene una cafetería hermosa. Nosotros no entramos. La verdad en ese momento no sabíamos que allí había un museo, pensamos que sólo era cafetería… Se los cuento a ustedes para que no cometan el mismo error.
De a poco, empezamos a ver los murales, donde el nivel de detalle y los tamaños sorprenden. Es un barrio realmente pintoresco y un buen ejemplo de recuperación y reconversión de una zona que post cierre de la refinería de petróleo de Exxon en 1985 comenzó a quedar abandonada. La refinería, que se ve perfecto desde todos lados, fue pasando de empresa en empresa y hay planes de reactivarla. Lo cierto es que San Nicolás pasó a ser la ciudad petrolera de Aruba a la ciudad de los murales.
Luego de dar algunas vueltas nos subimos nuevamente al auto para ir hasta Baby Beach. Es la playa más al sur de la isla y está a pocos minutos de San Nicolás. Mucho más agreste que las otras, acá ya no hay palmeras y por lo tanto no hay tanta sombra, pero por suerte de a ratos se iba nublando. Baby Beach tiene un estacionamiento amplio y cómodo. Estuvimos un buen rato disfrutando de esta playa ideal para los niños. Describimos más detalladamente las playas arubanas en este post.
Y así, con la hermosa combinación de arte y mar, nos fuimos despidiendo de Aruba, destino que sorprende y tiene todo para ir por más y seguir creciendo.
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