En agosto de 2022 volvimos a Tucumán. Esta vez, con la intención de hacer base en Tafí del Valle y recorrer los Valles Calchaquíes. Para eso, necesitábamos un auto, así que recurrimos nuevamente a una empresa local: Movil Renta, con quienes habíamos tenido una muy buena experiencia el año pasado. Anduvimos bastante por la provincia, así que vamos a dar un pantallazo del estado de las rutas tucumanas.
Una vez que aterrizamos, nos llevamos el vehículo desde el aeropuerto tomando la ruta nacional 38 con destino a Famaillá. En un principio es autovía y luego se hace de una mano, pero está en buen estado general.
Salimos de la RN 38 en Acheral para tomar la ruta provincial 307 (también de mano única). Poco a poco comienza a ser un camino serpenteante (en muy buenas condiciones) en medio de las yungas. Ya llegando a El Mollar se lo nota un poco más deteriorado. Notamos también falta de señalización, principalmente de las curvas más pronunciadas.
Al día siguiente salimos de Tafí del Valle con rumbo norte para hacer el plato fuerte del viaje: atravesar El Infiernillo. Nuevamente un recorrido de muchas curvas pero en este caso subiendo hasta los 3.000 metros sobre el nivel del mar. La ruta está bastante bien al principio pero ya llegando a la localidad de Ampimpa comienza a empeorar mucho. Se pierde el asfalto uniforme para pasar a un suelo con parches de parches sobre otros parches, vamos traqueteando todo el viaje.
La cosa no mejora luego de Amaicha del Valle, más bien todo lo contrario. Incluso hay partes donde directamente es de ripio para luego retomar al asfalto. La RP 307 finaliza en la emblemática ruta nacional 40, que tomamos por escasos tres kilómetros para llegar a la Ciudad Sagrada de los Quilmes. Esos pocos kilómetros en la RN 40 tampoco estaban en óptimas condiciones pero comparado con el último tramo de la RP 307 era un circuito de Fórmula 1.
Es una lástima que estos paisajes tan hermosos de las rutas tucumanas no tengan un estado acorde. La vista es increíble, vamos rodeados entre las cumbres Calchaquíes y el sistema serrano del Aconquija. Hay que tener mucha paciencia, los sobrepasos prácticamente no son una opción entre tantas curvas y subidas. También nos topamos varios sectores con animales sueltos. Como decían unos carteles que vimos en el camino: sea paciente en la ruta para no ser un paciente en el hospital.
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