Las playas de Aruba

Cuando surgió la posibilidad de hacer el viaje a Aruba, obviamente lo primero que se nos vino a la mente fueron las playas. Con solo hacer una búsqueda rápida nos encontramos con unas fotos de ensueño. Por eso las expectativas estaban bien altas y debemos decir que no defraudaron para nada, más bien todo lo contrario.

Al viajar con un nene, la prioridad automáticamente pasa a ser él y su bienestar. Por eso, buscamos denodadamente información sobre el tema sombras en la playa. También averiguamos alojamientos que tengan sombrillas disponibles para uso de los huéspedes.

Afortunadamente, las playas en Aruba son públicas. Hay hoteles que tienen sectores exclusivos para sus clientes pero el acceso es libre y gratuito para cualquiera. Otro punto muy a favor de la isla es que ofrecen palapas sin costo alguno. Además muchas cuentan con mesa e incluso enchufes. Una gran comodidad.

La más cercana a nuestro alojamiento era Eagle Beach, elegida por Trip Advisor en el top 5 de las mejores playas del mundo. Al llegar quedamos deslumbrados por su arena blanca y su agua cristalina. Nos encantó el hecho que practicamente no tuviera olas para que Nico pueda disfrutar. Esperábamos una temperatura un poco más alta del agua pero estaba más que bien (un poco más fría que Miami).

Otro dato importante a tener en cuenta es que si todas las palapas están ocupadas como nos pasó a nosotros, hay varias palmeras donde encontrar sombra. También podemos estar bien tranquilos dejando nuestras cosas, la inseguridad en la isla es prácticamente inexistente.

Al día siguiente fuimos para Palm Beach en bus (ya haremos un post sobre como moverse por Aruba). En esta zona hay muchos hoteles de lujo y el acceso público es más reducido y estaba algo inundado. Luego la playa era similar, tal vez el agua estaba apenas más fría. Había locales para contratar paseos en lancha, jet ski, buceo, snorkel, etc.

Durante dos días alquilamos auto y aprovechamos para ir al extremo sur de la isla y conocer Baby Beach. Como su nombre lo indica, es ideal para los niños ya que es una especie de laguna muy poco profunda. Esto es así gracias a su forma de medialuna. Se puede llegar en bus también pero demanda bastante tiempo. Hay lugares para comer y un amplio estacionamiento gratuito pegado a la playa.

Nos quedaron pendientes otras como Arashi o Mangel Halto. De camino al faro California pasamos por Arashi (se ubica al norte de la isla) y también vimos que cuenta con un buen lugar para estacionar.

Cuando buscamos que hacer en Aruba, por supuesto que en primer lugar pensamos en las playas. No defraudan para nada y en líneas generales son amplias y de fácil acceso. Y sobre todo, libres de sargazo. Tienen absolutamente todo para pasar largas jornadas y disfrutar al máximo de La Isla Feliz.

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