Nos costó empezar a escribir sobre Disney. Siempre supimos que alguna vez íbamos a ir, más aún después del nacimiento de Nico. Nos debatíamos en que momento ir, si él lo iba a recordar, si disfrutaría, cuantos días, etc. Como nuestra filosofía es estudiar al máximo los destinos y atracciones, sabíamos que una vez que arranquemos a investigar el mundo Disney, empezaríamos un camino larguísimo ya que es casi inabarcable. Por eso, la intención de este post es contar nuestras impresiones, que son las de una familia que va por primera vez.
Antes que nada, aclarar que fuimos con nuestro hijo de 2 años y 3 meses. Inicialmente la intención era llevarlo un poco más de grande, pero viendo todo lo que habíamos planeado para nuestro viaje por la costa oeste de EE.UU. notamos que no estabamos incluyendo las suficientes atracciones para él. Así que no lo dudamos.
Escribimos anteriormente que fue un viaje muy diferente a los que hacemos siempre. Antes teníamos todo reservado y armado meses antes, pero con la pandemia todo eso cambio. Fuimos contratando lo que podíamos con cancelación gratuita y sobre la fecha ante la incertidumbre de algún contagio o cambio en los requisitos de ingreso. Eso sumó estrés a toda la planificación del viaje.
Esta situación nos jugó en contra para Disney ya que sacamos las entradas una vez que estábamos en Estados Unidos. El día que nos quedaba disponible en Los Ángeles para ir a los parques resulta que Disneyland Park tenía entradas agotadas. Eso nos golpeó ya que ese era el parque que queríamos visitar debido a que concentra las cosas que más le gustan a Nico.
Resulta que por los protocolos y restricciones, trabajan con un cupo limitado. Obviamente que no nos íbamos a rendir y en todo caso iríamos a Disney California Adventure, el otro parque californiano (ambos se ubican en Anaheim, a unos 40 km. aproximadamente de Los Ángeles), que afortunadamente contaba con tickets disponibles.
Los precios varían según las fechas, nuestra visita fue en temporada baja y el costo de la entrada era U$S 104. Pero antes de comprar, vimos la opción del Park Hopper. Esto es la posibilidad de sacar tickets para los dos parques el mismo día y así visitar ambos a un precio reducido. Resulta que en caso de elegir esa opción, si había disponibilidad para Disneyland Park. Ahí no había problemas, si además de lo que vale el acceso a un parque, gastás los U$S 60 que cuesta el Park Hopper se solucionan los problemas de cupos y protocolos. Curioso, como mínimo.
No es lo ideal para un nene de dos años, ya que un solo parque en un día resulta agotador incluso para los adultos, así que imaginemos dos. Pero era la única manera de poder acceder a Disneyland Park, así que compramos las entradas con Park Hopper.
Otro adicional es el estacionamiento, cuyo valor asciende a U$S 30. Hicimos la compra de ese adicional y una vez que llegamos, dejamos el auto en un playón gigantesco y un poco alejado de los parques. Lo bueno es que contamos con un shuttle gratuito (debido a que pagamos el estacionamiento de ellos). Lo malo, un empleado indicaba que había en ese momento media hora de demora para tomar un micro! Y caminando eran unos 20 minutos. O sea, pagas 30 dolares para dejar el auto a 15 cuadras del ingreso a los parques. Otro aspecto que nos molestó.
De todas maneras, durante nuestra caminata hasta los parques, fuimos viendo distintos lugares que ofrecían estacionamiento y el valor era el mismo. Incluso varios hoteles lo tenían y están más cerca del acceso.
El ingreso fue algo lento ya que pasamos por un riguroso control, simil aeropuerto. Al menos no hay restricciones para ingresar con comida. Algo muy importante para tener en cuenta ya que los costos dentro de los parques son muy elevados.
Desde la aplicación de Disney podemos ver cual es la demora de las filas en cada atracción. También un mapa y datos de todo el parque. Es muy útil e indispensable para la jornada en los parques. También se puede adquirir el Disney Genie+, un curro sistema que te permite hacer reserva de ciertos juegos para evitar las grandes filas. Obviamente se paga aparte (sale U$S 20 por persona). Tiene sus reglas y limitaciones. Como si fuera poco el valor de la entrada y estacionamiento, también hay que pagar para hacer menos fila.
Dentro de las restricciones por la pandemia estaba la de las fotos y contacto con los personajes. No estaba permitido que un ser humano dentro de un traje enorme se acerque a los chicos o se saque fotos. Pero si estaba permitido que el parque EXPLOTE de gente, filas de 70, 80 y hasta 90 minutos todo el día en grandes atracciones. Lo del cupo sinceramente no se notó porque era un gentío impresionante, no me quiero imaginar sin cupo y en temporada alta. En las tiendas que eran espacios cerrados no había limitación alguna de cantidad de personas. Realmente insólito lo de la restricción de los personajes.
Esas son las cosas que nos frustraron de la experiencia Disney. Hacer fila con un nene chiquito que no entiende que se tiene que quedar en un mismo lugar no ayudaba a sobrellevar la jornada. Pudimos subirnos a pocas atracciones, pero lo que más nos reconfortó fue cuando Nico vio a Mickey que saludaba desde una casa detrás de una reja y él le devolvía el saludo desbordado de felicidad. En ese momento, cada dólar gastado y cada minuto invertido en filas valieron la pena.
Por supuesto que los parques son geniales y las atracciones también. El nivel de detalle en cada centímetro del lugar es asombroso. Ya hablaremos en otros post de cada parque en especifico. La idea era contar nuestras impresiones y nos llevamos la sensación que solo importaba que gastes un montón de dinero y a cambio no sentimos una retribución adecuada. Se disfruta mucho, pero tiene su costo, no solo económico.
Es hacer filas todo el día, para absolutamente todo. Desde que llegás hay que esperar el shuttle, luego en el ingreso otra demora para los controles, en los juegos ni hablar. Se pueden evitar algunas con el Genie+, o sea pagando. Si querés comer allí, deberás hacer fila o está la opción de pedir con la app, pero hacelo con tiempo porque hay demora también. Lo positivo de ir con un nene así chiquito es que no abonan entrada, recién lo hacen a partir de los 3 años.
Más allá de todo lo mencionado, sin dudas que queremos volver. Seguramente encarandolo de otra manera y con Nico más grande y predispuestos los tres a jornadas muy extensas y demandantes.
¡Hola! Qué bueno que pudieron ir, y que Nico lo disfrutó, es sin dudas un viaje muy particular. Nosotros conocimos el de Orlando con nuestras dos peques de 2 y 4 años en ese momento, y te cuento que si bien me gusta organizar siempre cada detalle de nuestros viajes, en esa oportunidad me contacté con una agente Disney que nos programó absolutamente todo a nuestra medida, y nos dio muchos consejos (antes y durante el viaje) sin pagar un peso extra. Lo recomiendo ampliamente, porque son tantas las variables que se manejan en un viaje así, que fue la mejor decisión que pudimos haber tomado.
Felicitaciones por el blog, ¡un abrazo!
Lola.
Excelente dato Lola, sin dudas es una opción más que interesante. Más si vas con dos peques te ayuda un montón a planificar bien que hacer y que no.
Disney es un viaje aparte dentro del viaje.
Nos podés contar un poco de tu experiencia con la agente de Disney? Está en los parques propiamente o te va a asesorando online?
Gracias por leernos!
Tal cual como lo decís, Disney es un viaje aparte, sin dudas.
Los agentes de Disney están en distintas ciudades de la Argentina, y en todo el mundo, hay muchos por donde busques. Te van asesorando online justamente mucho antes de contratar o planificar el viaje, con toda la antelación que quieras. En mi caso busqué una agente en mi ciudad, que tenía excelentes referencias, pero no es para nada necesario estar en el mismo lugar.
Sin duda para tener en cuenta en una futura visita. Este viaje nos pasó por arriba Disney, fue algo atípico ya que siempre planificamos todo meses antes pero con la incertidumbre por el tema Covid, todo fue con poca anticipación e incluso sobre la marcha.
Fue un viaje demandante ya que íbamos cambiando de ciudad, haciendo paradas en ruta… y la previa con tanto papeleo entre vacunas, test, declaraciones juradas, aplicaciones… nos quemó la cabeza y no encaramos Disney como debe ser.
Pero siempre los consejos de expertos en el tema como estos agentes son bienvenidos y es una cosa menos de la que ocuparse así que gracias nuevamente por el dato Lola!
Saludos!