
Una de las actividades que más nos emocionaba del viaje por la Costa Oeste de Estados Unidos era la visita a Alcatraz, la antigua prisión federal establecida en la isla del mismo nombre. Y debemos decir que cumplió nuestras expectativas.
Ubicada en medio de la bahía de San Francisco, Alcatraz se visualiza perfecto desde la costa, especialmente desde el Pier 39. Para ir hacia La Roca hay que adquirir el traslado en ferry. Sólo un prestador lo comercializa y es a través de la página de Alcatraz Cruises. Es el concesionario oficial, pues tanto la isla como la antigua prisión federal se encuentran bajo la órbita del Servicio de Parques Nacionales de EE.UU. en tanto forman parte de la Golden Gate National Recreation Area.
Sepan que si van en temporada alta los tickets se agotan rápidamente ya que es una de las atracciones más populares en San Francisco. De manera que deberían asegurarse de comprar con anticipación. Nosotros fuimos en temporada baja (principios de febrero) y como íbamos monitoreando por la página que aún había muchos lugares disponibles para la fecha que elegimos, adquirimos los tickets ya estando en San Francisco. Costaron 41 dólares por persona (Nico no pagó). También hay tour nocturno (¡nos encantaría regresar y hacerlo!) y otros más exclusivos.

Llegamos caminando al Pier 33, el lugar indicado para abordar el ferry, con espacio para sentarse, baños y maquetas de La Roca. Ya nos empezábamos a emocionar. Mostramos nuestros tickets y subimos al barco. En pocos minutos, tras disfrutar de la hermosa navegación por la bahía, estábamos en la mítica Alcatraz.
Al llegar un guía del servicio de Parques Nacionales nos dio instrucciones para aprovechar al máximo la visita. Nos indicó descargarnos al celular una app con la audioguía o bien solicitar el aparato más adelante.
Unos carteles nos van indicando por dónde movernos y así llegamos al edificio donde comienza la visita. Allí solicitamos el aparato para escuchar la audioguía (está en varios idiomas, entre ellos el español). La clave es darle play al audio cuando llegamos al cartel rojo que dice “Tour Starts Here” porque desde allí comenzará a guiarnos por las distintas dependencias del edificio. Y si van con alguien más háganlo al mismo tiempo así pueden seguir juntos el recorrido.

La audioguía es “narrada” por antiguos presos y guardiacárceles. Va dando instrucciones de hacia dónde ir a la vez que nos va dando información de cada espacio, los hechos acontecidos en Alcatraz, cómo era la rutina allí, sus presos más famosos, etcétera.
Seguramente uno de los momentos estelares de la visita sea llegar a las famosas celdas del escape de Alcatraz inmortalizado en la película que protagonizó Clint Eastwood. Estando allí se toma dimensión de lo que fue dicha fuga que, realmente, parece imposible. Pero lo cierto es que lo lograron.

También es emocionante ingresar al comedor. Una pizarra marca el menú del último día en que estuvo abierta Alcatraz, que fue cerrada el 21 de marzo de 1963.
No queremos spoilear mucho más de la visita porque la idea es que vivan su experiencia. Se pueden visitar también, ya sin la audioguía, el patio, el faro (el más antiguo de la Costa Oeste) y apreciar las hermosas vistas que hay allí de San Francisco.
Un buen rato se lo dedicamos al gift shop del edificio. Lo van a encontrar al final de la visita y está muy bueno. Hay souvenirs muy originales.

¿Cuánto tiempo les llevará la visita? La audioguía dura media hora pero en total, entre que partimos del Pier 33 y regresamos a él, transcurrieron dos horas y media. Pueden quedarse más tiempo en la isla, pues son varios los horarios de los barcos para regresar, que van y vienen todo el tiempo.

Terminado de escribir este posteo, me dieron unas ganas bárbaras de volver a ver Escape from Alcatraz. Pero ahora con la hermosa sensación de haber visitado el lugar de los hechos.
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