El Salón Premier de Aeroméxico en el aeropuerto de Ciudad de México

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Gracias a volar en clase ejecutiva, tenemos acceso a un salón VIP para esperar cómodamente nuestro vuelo. Así lo hicimos gracias a Smiles y sus ofertas. Aunque en este caso, debemos decir que el Salón Premier de Aeroméxico está bastante lejos de tener ese status.

Afortunadamente, en los últimos viajes que vinimos haciendo pudimos acceder a alguna sala VIP. Todas ellas las fuimos reseñando en distintos post. Las maneras de entrar son muchas, siempre nos la fuimos ingeniando para ingresar sin tener que pagar un extra.

Este lounge se ubica en la terminal 2 del aeropuerto internacional Benito Juárez de la Ciudad de México. Se puede acceder por ascensor dentro del Duty Free o en las escaleras fuera del mismo. En ese mismo sector podemos encontrar varios salones más.

Es una sala no muy grande y estaba bastante concurrida, encontramos justo un lugar para sentarnos. Al ir en busca de algo para desayunar, me encontré con la peor noticia. Solamente había dos opciones “de cortesía” y si queríamos algo distinto había que pagarlo. Si, como si fuera un bar/cafetería pero en un “salón VIP”. En cada mesa hay un código QR que al escanearlo se nos abre el menú. Desde ahí hacemos los pedidos o también podemos realizarlo a través de los camareros que van y vienen por la sala.

Es un sin sentido porque si bien uno accede sin cargo por el status de la aerolínea, la cabina en la que vuela o alguna tarjeta de crédito, en realidad es algo que pagamos previamente de manera implícita. Es decir, el status lo logramos volando mucho, gracias a la compra de pasajes. Si volamos en business es porque pagamos un buen dinero por eso, en detrimento de un pasaje normal en clase turista (a menos que haya sido por Smiles). El ingreso por tener una tarjeta black o similar implica contar con un paquete importante en el banco que, independientemente que pueda bonificarse o no, es algo caro. Además, en muchos salones está la opción de ingresar pagando por la entrada. Por todo esto, que encima te cobren si querés comer unas tostadas es inaceptable e incomprensible.

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La barra para servirse algún snack o bocadillo era muy pobre. Solamente unas galletitas y unos simil croissants. El sector de autoservicio de jugo y café estaba casi abandonado. No había tazas para servirse café y cuando finalmente conseguías una, no había café en la máquina. De todas maneras, si le pedías a los camareros te servían sin costo.

Es la primera vez que vamos a una sala VIP donde se cobren ciertos productos. Jamás había escuchado siquiera de alguna que lo haga. Eso, sumado a la gran cantidad de gente en ella, hizo que la estadía no haya sido nada placentera. Sobre uno de los laterales hay una escalera algo oculta que lleva a un segundo piso con un poco de espacio para ubicarse, pero insuficiente para el gran caudal de vuelos que tiene la aerolínea mexicana más importante.

Así que ya saben, nada de tirar su plata en comprar un acceso o de gastar un pase de la tarjeta para acceder a este Salón Premier de Aeroméxico.

2 comentarios

  1. Justo en este momento mis padres están en ese salón previo a un vuelo para EEUU, les voy a preguntar qué tal su experiencia, una lastima lo que sucede allí.

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