Uf, qué largo me quedó el título. Y es que quiero hablar de muchas cosas. De la figura increíble de Hipólito Bouchard, de su paso por California, de nuestro paso por el lugar de los hechos y de las repercusiones de una publicación en instagram sobre historia argentina que superó todo lo que esperábamos.
Vamos por partes. En Enero de 2022 nos fuimos de viaje, como ya habrán visto en numerosos posteos, por parte de la Costa Oeste de EE.UU. Hicimos un road trip entre San Francisco y Los Ángeles por la maravillosa ruta interestatal 1. Son unos cuantos kilómetros así que pasamos una noche en Monterey primero y otra en San Luis Obispo.
Elegimos Monterey por varios motivos, esencialmente la amplia oferta hotelera y la distancia, ideal, para partir el viaje desde San Francisco. Cuando me puse a buscar información acerca de los atractivos de Monterey, que fuera capital del estado durante la época colonial, encontré uno muy singular. En el Parque del Presidio flamea una bandera argentina. ¿Por qué? Porque allí un marino francés nacionalizado argentino llamado Hipólito Bouchard la izó en 1818 y tomó la entonces capital de California durante seis días. Si, California fue argentina, en cierto modo, durante casi una semana.
Yo conocía el hecho de antemano. No fue porque me lo hayan enseñado en la escuela. De adolescente leía bastante a Felipe Pigna y tomé conocimiento del hecho histórico a través de sus libros. Pero no recordaba que el lugar de los acontecimientos era Monterey. Cuando supimos que había un espacio recordatorio en el Parque del Presidio de la ciudad nos volvimos locos de felicidad. Haber reservado una noche allí resultó una hermosa casualidad.
Y hacia allí fuimos. Era de mañana, hacía un poco de frío pero ya pegaba el sol californiano. Estacionamos el auto en el Parque y ahí vimos la bandera argentina, que en realidad no flameaba porque no había nada de viento. Estaba ahí quietita con la bahía de Monterey detrás. Hay cartelería que explica en español y en inglés lo que allí ocurrió y por qué se encuentra allí nuestra insignia patria.
No pretendo que este posteo enseñe sobre historia porque hay seguramente cientos de sitios y libros que lo expliquen mejor, pero resumidamente, Bouchard era un corsario al servicio de nuestro país que navegaba por las costas del Pacífico. En Monterey, por entonces española y capital californiana, desembarcó junto a sus hombres, quemó el Fuerte, como así también todas las posesiones españolas en la bahía. Nada español quedó en pie. La bandera argentina flameó durante seis días en Monterey. Luego Bouchard siguió camino hacia el sur donde continuó asolando los puertos de California debilitando a los españoles y liberando a los patriotas locales. Bouchard fue el terror de los realistas en el Pacífico, tal es así que se dice que varios países centroamericanos tienen el celeste y blanco en sus banderas tras haber adoptado la nuestra por las acciones liberadoras del intrépido marino.
Lo cierto es que las andanzas de Bouchard son fascinantes y si hicieran una serie sobre su vida resultaría poco creíble. Pero realmente su historia es tan maravillosa que vale la pena interiorizarse más en ella.
El 14 de marzo, hace poco, hicimos un reel muy cortito en instagram mostrando nuestras fotos y videos en el lugar de los hechos, allí en Monterey, y al día de hoy no podemos creer lo exitoso que resultó. En este momento tiene más de 32.000 me gusta, más de 420.000 visualizaciones y muchísimos comentarios. La mayoría de la gente diciendo que desconocía el hecho. Otros, sorprendiéndose porque en Hawaii, Bouchard se reunió con el rey Kamehameha (se puede leer en la cartelería instalada en el Parque) y lo asocian indefectiblemente a Dragon Ball.
Ya para nosotros fue emocionante haber podido estar allí en el Parque del Presidio de Monterey, con la bandera argentina, la placa instalada por la Armada Argentina que recuerda el hecho y la hermosa vista de la bahía. Que una publicación en instagram sobre este hecho de la historia argentina haya sido visto y comentado por tanta gente es algo que realmente no imaginábamos.
Porque si, se puede generar contenido interesante sobre viajes que despierte la curiosidad, que ayude a difundir hechos de nuestra historia y lugares para visitar sin apelar a frases trilladas o fotos “instagrameables”. Sólo hay que querer a nuestra bandera, a nuestro país y sentirse orgullosos de lo que fuimos y de lo que somos.
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