Luego de lo vivido en nuestro reciente viaje por la costa oeste de Estados Unidos se nos ocurrió hacer un post sobre el tema. Nunca habíamos tenido inconvenientes en migraciones de ningún país, seguramente esto tampoco pueda catalogarse como problema. De hecho es algo normal que pase, pero está bueno para contar la experiencia y dar consejos para sobrellevar la situación de la mejor manera.
Ingresamos a Estados Unidos por San Francisco, provenientes de Ciudad de México. La fila era bastante corta pero notamos que avanzaba muy lentamente. Imaginamos que sería por todos los requisitos de Covid como vacunación y test (más allá que eso se controla en el aeropuerto de origen, caso contrario no podés subir).
Cuando llega nuestro turno nos atiende una joven oficial de migraciones y empezó con las preguntas de rigor: a que veníamos y por cuantos días. Luego nos consulta a que lugares iríamos y le expliqué que iríamos a Los Ángeles y Las Vegas. En un momento nos consultó si llevábamos comida. Estaba tan descolocado con la pregunta que le pedí que me repitiera y si, se refería a la comida porque hacía gestos como de comer. Le dijimos que no y parecía sorprendida, ahí nos preguntó cuanto dinero llevábamos. No se preocupen si llevan poco efectivo, el hecho de contar con tarjetas de crédito es fundamental.
Siguió interrogándonos acerca del viaje y le dijimos que alquilaríamos un auto para hacer todo el recorrido y lo devolveríamos en Las Vegas para regresar a nuestro país. Eso le cambió un poco la cara y nos pidió ver todas las reservas: la del auto y los hoteles.
No esperaba que nos pidan nada además de los requisitos Covid así que no lo tenía preparado. Saqué mi celular y de manera firme me pidió que lo apoyara sobre el mostrador y que quede siempre visible para ella mientras hacía la búsqueda. En este punto entra a jugar un poco el nerviosismo por la situación, más allá de que teníamos absolutamente todo en regla. Todos miramos Alerta Aeropuerto ¿no?
Producto de lo nervios y de su forma un poco rápida de hablar, por momentos me costaba entenderle y también hacerme entender (estábamos algo oxidados con el inglés luego de unos años del anterior viaje). Tenía a mano el mail del Motel Capri de San Francisco ya que lo habíamos abonado el día anterior (en este post explicamos porque y cuanto ahorramos así). Lo miró detenidamente y corroboró que la estadía era por cuatro días, por lo que pidió seguir viendo las demás reservas.
Justo tenía un mail recibido ese mismo día de Hertz recordándome de la reserva así que aproveché para mostrar el del auto. En el mismo indicaba de manera general donde retirar el vehículo y como devolverlo dentro del mismo aeropuerto. La oficial al ver eso me dijo muy seria “entonces lo vas a devolver en San Francisco!”.
Le explico que no y acto seguido agarro el celular para buscar un mail viejo con la reserva original. Con la misma firmeza que tuvo durante toda la charla me dijo que deje el celular a su vista. Finalmente, encuentro ese bendito mail donde decía claramente día de retiro en San Francisco y día de entrega en Las Vegas, el importe y todos mis datos. Afortunadamente eso fue suficiente y se dispuso a sellar nuestros pasaportes previo a darnos la bienvenida a su país.
No hizo falta que muestre el resto de las reservas, lo cual fue un alivio porque en Las Vegas no las teníamos efectuadas. Esto fue porque teníamos una noche gratis gracias a MyVegas y esperábamos reservar el resto una vez aterrizados ya que con todos los idas y vueltas de la pandemia nunca se sabe que puede pasar. A eso se sumaba que a diferencia de los otros hoteles que habíamos contratado, los de Las Vegas no tenían cancelación gratuita. Siempre es mejor tener todo reservado, pero tampoco es un causal de rechazo aunque si sería algo engorroso de explicar.
Nos sorprendió porque en los dos ingresos anteriores a Estados Unidos (uno por New York y otro por Dallas) fueron sin problemas. En migraciones solamente nos preguntaron cuantos días nos quedaríamos y nada más. Pero es algo que puede pasar, no necesariamente porque sospechen de nosotros, es su trabajo interpelar a los visitantes. Da lo mismo si el pasaporte tiene muchos sellos, señal de que entramos y salimos de muchos países.
Es importante decir la verdad en todo ya que pueden solicitarnos pruebas, sea mostrar el dinero que decimos llevar como las reservas de hoteles, vuelos o autos. En un momento pensaba para que le dije que iríamos a Los Ángeles y Las Vegas, más fácil decir dos semanas acá en San Francisco para no andar explicando todo… pero eso hubiera saltado de inmediato al mostrar las reservas y nos meteríamos en un problema innecesario. Es fastidioso explicar y mostrar todo? Si, pero es la verdad y con ella no vamos a tener problemas en ingresar.
Un consejo clásico que uno puede dar al afrontar migraciones pero de difícil cumplimiento es ir tranquilo. En todo caso tener todo a mano para mostrar si es necesario. Ese es otro punto importante, no responder más de lo que preguntan ni mostrar cosas que no requieren. Es bueno saber de antemano todo lo que pueden preguntar para así responder sin titubear. En caso de no poder expresarse correctamente en el idioma, siempre hay alguien para traducir y facilitar el entendimiento de ser necesario.
Para finalizar, nuevamente hacemos hincapié en lo más importante: ir siempre con al verdad. Alguna vez nos van a preguntar más y en otras menos, lo que buscan es que te contradigas para ver si hay algo que no cierra. Y si no estamos mintiendo, imposible contradecirse. A relajarse, porque una vez que atravesamos migraciones, comenzamos a disfrutar el destino.
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