Hace mucho habíamos comprado un voucher que la cadena Wyndham sacó en plena pandemia a precios promocionales. Incluso hicimos post al respecto, quedaba a valores muy convenientes y con la posibilidad de abonar en cuotas sin interés. Además, nos daban más de dos años para utilizarlos. Finalmente, ese momento llegó e hicimos uso de nuestra compra para alojarnos en el Wyndham Garden Luján.
Hoy se siguen ofreciendo estos vouchers pero el precio ya no es tan conveniente como antes. Pagamos $9.400 en septiembre 2020 y ahora en marzo 2022 el mismo cupón está a $35.000. Sin duda que esos precios eran muy bajos para tratar de hacer caja en momentos de mucha incertidumbre para el mundo en general y el turismo en particular. No obstante, si queremos visitar alguno de los hoteles de la cadena, es una buena opción ya que están más económicos que en las plataformas habituales y con la posibilidad de pagar en cuotas.
El procedimiento de reserva es enviar un mail a la dirección señalada en el voucher indicando la fecha en la que deseamos alojarnos. En nuestro caso buscábamos un sábado de marzo y estaba todo lleno, excepto el último del mes. Ese es un tema importante a tener en cuenta, consultar la disponibilidad por si no tenemos mucha flexibilidad de fechas.
Ubicado a aproximadamente una hora en auto de Capital Federal, es una muy linda opción para disfrutar de un entorno campestre. Se ubica sobre la ruta 6, a pocos kilómetros del acceso a Luján por ruta 7. Ya de entrada nos encontramos con varios caballos de camino al ingreso del hotel, que posee un buen espacio para estacionar.
El voucher cuenta con pensión completa (el hotel en general ofrece eso). Es algo casi indispensable ya que no hay lugares cerca para comer ni mercados, si o si hay que ir con el auto a Luján u otra localidad cercana. Tenemos la cena, el desayuno y también el almuerzo del día siguiente, independientemente que tengamos que hacer el check out antes.
Nos dieron una habitación con dos camas grandes e incluso armaron una cuna para Nico. Teníamos una linda vista al campo. Una tele enorme, frigobar, caja de seguridad e incluso un pequeño escritorio completaban el mobiliario de la habitación. El baño correcto, los productos de higiene presentados cada uno en su dispenser.
En el lobby podemos pedir juegos de mesa y las toallas para la pileta. Frente a él tenemos una pizarra con las actividades de la fecha. En el mismo sector hay un bar muy agradable todo decorado en madera, donde se podía merendar o también tomar algún trago. Ofrecen agua caliente sin cargo, uno de esos detalles que se valoran mucho.
Ya saliendo del edificio donde están las habitaciones, nos encontramos con un campo enorme para disfrutar. Podemos ver un sector con juegos para chicos y varias sombrillas con reposeras para la pileta contigua. La misma es climatizada y techada, por lo que es posible aprovecharla fuera de la temporada veraniega. Nico la disfrutó muchísimo, pese a que la de niños no estaba habilitada. Le alcanzó con estar en la escalera y en los bordes que formaban una barra (además de ir a lo profundo a upa del padre). Había animadores organizando juegos para los chicos.
Al lado de la pileta se ubica el spa, también incluido en el voucher del Wyndham Garden Luján. No le dimos uso, pero nos comentaron que solo se cobra aparte el servicio de masajes.
Respecto a las comidas, la cena se sirve en el restaurante del primer piso. Es un buffet autoservicio con bastante variedad. Había platos fríos y calientes, constantemente reponían lo que faltaba. Las bebidas nos las sirven los mozos, al igual que los postres donde nos sorprendimos por la amplia variedad de los mismos. Acá una mousse de chocolate blanco con menta:
El desayuno lo tomamos en el mismo lugar. En esta ocasión consideramos que faltaba alguna opción más para que sea super completo. Hay una especie de balcón cerrado donde podemos disfrutar de nuestra comida con vista al inmenso campo alrededor.
La última comida de la estadía es el almuerzo. Consiste de un asado de campo en el quincho cercano a la pileta. Lo único que nos servimos nosotros son las ensaladas y el pan, luego los mozos se encargan del resto. Entrada de empanadas, luego chorizo, morcilla y chinchulines. También dejan bandeja de papas fritas y el momento de la carne se divide en asado, vacío y pechito de cerdo. Excelente todo, muy atentos los empleados de que nunca falte comida. Acá la variedad de postres está reducida porque nos comentaban que no cuentan con heladera en el quincho. Igualmente comimos un buen budín de pan con dulce de leche.
Sobre el almuerzo cabe destacar que se sirve a las 13 hs cuando el check-out es hasta las 12. Sin embargo, ya el día del check-in nos avisaron que si la habitación no se ocupa nos dejaban quedarnos más tiempo. Así fue pudimos disponer de la habitación hasta las 15 hs sin problemas.
El hotel cuenta con la opción de contratar el día de campo. De esta manera se pueden disfrutar de las instalaciones junto a algunas de las comidas sin necesidad de alojarse.
Pasamos una excelente estadía en el Wyndham Garden Luján. Comimos rico, nos atendieron muy bien todos (recepción, pileta, en las comidas) e hicimos uso de las instalaciones para todos los gustos que ofrecen.
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