Nuestro segundo día completo en San Francisco fue muy productivo. Una de las tantas cosas que hicimos en la ciudad californiana fue visitar el Musée Mécanique, un galpón lleno de máquinas de arcade de diferentes épocas. Gratuito y ubicado en el Pier 45, en la zona de Fisherman´s Wharf, este museo nos encantó.
Y cuando digo que nos encantó incluyo también a Nico. Es muy loco porque él tiene apenas dos años, está más habituado a ver a su papá jugar a algo más moderno como la Playstation, pero en el Musée Mécanique se divirtió muchísimo. Y es que estas máquinas son para todas las edades. Para los chiquitos son una novedad; para nosotros, la nostalgia de los videojuegos con los que jugábamos en nuestra infancia.
Es un museo interactivo porque desde ya uno puede jugar. No es uno de esos donde los objetos no se tocan, más bien todo lo contrario. Es posible jugar a los clásicos como Gálaga, Daytona, Los Simpson, Star Wars, Tetris o Pacman hasta probar máquinas de principios del siglo pasado. Todo funciona y se encuentra en excelentes condiciones.
La colección la arrancó su primer propietario, ya fallecido, cuando tenía apenas 11 años. Hoy son más de 300 máquinas. Nico se divirtió especialmente en aquellas donde podía agarrar el volante y manejar, pues es un niño muy fan de los autos.
Para los fans del arcade y los nostálgicos como nosotros es un lugar que no se pueden perder. Fuimos después de visitar Alcatraz (ya habrá post) y el maravilloso Pier 39, así que es una buena idea combinarlos. Todos los muelles de esta zona se encuentran unidos por el tranvía, aunque nosotros conocimos todo caminando. En ellos las actividades para hacer son de lo más variado y el Musée Mécanique es una prueba de ello.
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