Mientras escribo esto todavía no caigo, será que en realidad no puedo sentirme seguro de que haremos el viaje hasta que estemos en el aire. Pero si los test de covid dan negativos, los formularios están ok y no surge nada raro estaremos empezando un nuevo viaje internacional después de casi dos años y muchos viajes fácil cancelados en el camino.
El destino: la costa oeste de Estados Unidos. Un viaje tan anhelado como postergado. Aterrizaremos en San Francisco luego de una escala en México. Desde allí recorreremos con vehículo alquilado la icónica ruta 1 (Pacific Highway) para llegar a Los Ángeles, previo paso por varios pueblos en el camino.
Pero no termina ahí el recorrido, luego de unos días pondremos rumbo a Nevada, más precisamente a Las Vegas para disfrutar los últimos días y ahí emprender el regreso a casa vía México nuevamente. Muchos kilómetros por recorrer y gran cantidad de lugares por descubrir. Un lindo road trip que hace años teníamos ganas de hacer.
Como cereza del postre tenemos que decir que los tramos Ezeiza – Ciudad de México y viceversa serán en clase ejecutiva. Todo gracias a Smiles y a ingeniería millera para poder hacer posible este viaje por poco más de 300 dólares por persona. Increíble pero real. Pasate por los post de Smiles para ir entendiendo de que estamos hablando.
Pero siento que no estaré relajado hasta no terminar todos los trámites y disfrutar del VIP (gracias a volar en ejecutiva tenemos acceso al Salón Cóndor de Aerolíneas Argentinas, miembro de SkyTeam al igual que Aeroméxico, la compañía con la que volamos).
También la incertidumbre de ver como sobrelleva el viaje Nico, que si bien demostró ser muy viajero, es su segundo viaje internacional. Veremos como tolera un viaje extenso con sus inquietos dos años. Será un desafío ya que su único viaje largo fue con cuatro meses de edad.
Seguramente siga revoloteando por la cabeza aquella experiencia de 2020, cuando el cierre de fronteras nos agarró en Cancún. Por supuesto que la situación no es nada parecida a aquella, pero difícil olvidar aquel mal trago.
De lo que no tengo dudas es que una vez que estemos en el avión, esa tensión se va a convertir en ansiedad por conocer, descubrir y disfrutar. Se vienen muchísimos post con tips, actividades, alojamientos, alquiler de auto y mucho más. Estaremos con el día a día a full en Instagram. ¡Acompañanos en esta nueva aventura!
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