Me pongo a escribir esta entrada y pienso en cuáles palabras podrían describir mejor la increíble experiencia en los Esteros del Iberá. Me pasó lo mismo cuando conocí las Cataratas del Iguazú: llegué a lo de mis viejos, quería contarles lo que había vivido y no sabía cómo transmitirles tanta majestuosidad. Por suerte, poco tiempo después también las conocieron y me entendieron. Ahora ansío que ellos y que todos los argentinos conozcan esta joya correntina, un lugar único de nuestro país.
A diferencia de las Cataratas, la visita a los Esteros del Iberá no está tan rodeada de información y no abundan los servicios turísticos. Planificar un viaje a Iguazú es bastante fácil, a Iberá no tanto. En primer lugar por lo inmensa que es esta ecorregión. Son 700.000 hectáreas que abarcan sectores que se encuentran bajo la administración de Parques Nacionales, otro sector que es Parque Provincial y dos Reservas, una Nacional y otra Provincial. Es por esto que hablamos directamente de Parque Iberá.
Dada esta inmensidad, los portales de acceso al Parque son varios y los pueden ver acá. Nosotros elegimos el más cercano al aeropuerto de Corrientes, el Portal Carambola, y por eso nos hospedamos dos noches en la localidad de Concepción que es la más cercana a su acceso.
Alguna de las inquietudes que seguramente surjan al planificar el viaje son: ¿por dónde entro a los Esteros? ¿Hay un portal “mejor” que otro? ¿Hay portales con más servicios que otros? Son preguntas que nos hicimos por un rato pero no nos volvimos locos y elegimos directamente entrar por Concepción.
Decidido ese punto, debíamos buscar cómo llegar y qué hacer una vez allí. Sabíamos que se debe ingresar si o si con guías de sitio, personas autorizadas con el conocimiento del lugar, de la fauna y la flora. Además, viendo la página del Parque Iberá, notamos que para acceder al Portal Carambola debíamos tener vehículo alto. Dimos con la empresa Iberá Guazú por instagram y nos contactamos con ellos. Realizan tanto el traslado en 4×4 hacia el Portal como varios paseos y actividades. Listo, el traslado solucionado. Ahora debíamos decidir qué actividad hacer: hay cabalgatas por el agua, nado con caballos, paseos en kayak, en canoa tirada por caballos, en lancha, de medio día, de día completo con almuerzo, etc. Son muchas posibilidades. Pero sabíamos que queríamos algo tranquilo, porque, niño de dos años… y el paseo en lancha fue el elegido.
Ya en Concepción, llegó el día. Jornada de 25°, por momentos nublado, ideal. Jorge, nuestro guía de sitio, pasó a buscarnos por el alojamiento en la 4×4. Iniciamos el camino de 23 km hacia el Portal disfrutándolo muchísimo: veíamos los primeros carpinchos, las primeras aves, la inmensidad, la quietud. Jorge nos llenaba de información y nos contaba con pasión la historia del Parque. Los Esteros vivieron años de olvido, increíblemente, abandonados a su suerte, con los cazadores arrasando con la fauna. Pero el trabajo mancomunado de varios actores, los Estados nacional y provincial y los privados, llevó a que Iberá hoy sea un área protegida de importancia mundial. Segundo humedal más grande del mundo, reserva de fauna, flora y agua dulce inigualable.
Llegamos al puerto de Juli Cué y comenzó la acción. Navegamos por el arroyo Carambolita y no podíamos creer estar solos, con Jorge, en el medio de la nada, viendo a la fauna autóctona hacer su vida sin importarle que estuviéramos ahí. Los yacarés negros, los carpinchos, las aves que no habíamos visto nunca, todos formando parte de un atractivo sin igual: verlos en su hábitat natural.
Nico estuvo bárbaro en la lancha, contemplando todo. Sólo la pasó un poco mal al final, donde la embarcación toma velocidad para regresar y el viento lo asustó.
Es una excursión que no querés que termine. No te entra tanta belleza y sobre todo paz, tanta paz, en las retinas.
También vimos una raya, y ya regresando, un ciervo de los pantanos a lo lejos y a un ñandú cuidando a sus pichones “amenazados” por nuestra camioneta. Esas imágenes que sólo veías en los documentales de Nat Geo… pero en vivo y en directo.
Salimos alrededor de las 10 am y antes de las 14 hs ya estábamos en Concepción. Si van con niños, es una excursión ideal, por el tiempo y porque es muy segura y tranquila. Pero también se pueden animar a los caballos, como la familia que conocimos en lo de Reina Sandoval. Quizás esa sea nuestra próxima actividad en los Esteros porque desde ese día soñamos con volver y disfrutarlos nuevamente.
Gracias por la información, es un destino pendiente, tengo muchas ganas de ir con mi familia! ¿Algún requisito de vacunación para entrar? no sé qué pasa con el tema de la fiebre amarilla en esa zona…
Hola! Nos pidieron el certificado de vacunación Covid-19 al arribar al aeropuerto de Corrientes. Lo mostramos desde la app Mi Argentina. De no estar vacunado habrá que presentar test negativo. Respecto de la fiebre amarilla no nos pidieron nada. El ministerio de Salud recomienda vacunarse si se viaja a zonas con circulación activa comprobada de la enfermedad. Por el momento no habría circulación en Corrientes pero sí estuvieron vacunando a la población de los municipios que linderan con Brasil de forma preventiva.
¡Hola! Bárbaro, muchas gracias, Daniela.