Cuando planificamos el road trip por las rutas bonaerenses haciendo base en Sierra de la Ventana, teníamos marcado un destino como obligado. Se trata de Monte Hermoso, a poquito más de 100 km de la localidad serrana. Toda persona con la que hablamos y había estado allí nos habló muy bien del lugar y sus playas.
Para ubicarnos un poco, Monte Hermoso se encuentra a unos 650 km de Capital Federal y dista unos 20 km de la ruta 3. Es un destino de playa bastante alejado para los habitantes de CABA y alrededores, lo cual hace que habitualmente se elijan otras ciudades playeras más cercanas. Esto no es así para los habitantes de Bahía Blanca, que están a solo 100 km de distancia. Es muy común escuchar que Monte Hermoso es la escapada de fin de semana para los bahienses.
Probablemente algo de eso haya, ya que nosotros fuimos un lunes y la ciudad estaba totalmente desierta. Hay que tener en cuenta que era fines de agosto, plena temporada baja y con las restricciones recién comenzando de a poco a relajarse.
Antes de ir a la playa nos dimos una vuelta por el Faro Recalada. Lamentablemente no se puede subir pero nos acercamos lo máximo posible para verlo de cerca y tomar algunas fotos. Ya ahí tuvimos la primera impresión de la inmensidad de las playas montermoseñas (si, ese es el genitilicio).
Con 115 años de existencia, es el de mayor altura del país, el segundo de América y se ubica entre los diez más altos del mundo. Datos que nos encantan.
De ahí fuimos para la zona céntrica de la ciudad donde dejamos el auto. Caminamos un poco por las peatonales y nos llevamos una grata impresión. Todo muy limpio y cuidado, incluso había algunos juegos para chicos que Nico disfrutó. El acceso a la playa es otro punto alto, con veredas enormes que forman una rambla.
La playa es realmente inmensa. Sin dudas que ayuda a esa percepción el hecho de que había muy poca gente, pero es grande de verdad. Todos nos habían advertido que las aguas son más cálidas que en el resto de la costa bonaerense. Obviamente que siendo invierno no nos zambullimos para comprobarlo pero con un día de 20 grados disfrutamos mucho la arena y ver a Nico jugar en ella.
Queríamos ver el atardecer ya que Monte Hermoso es muy famoso por tener el privilegio de que el sol nace y se pone sobre el mar. Esto es así gracias a su ubicación geográfica y a sus 32 km de costa. Pasamos una hermosa tarde donde nos costó encontrar locales abiertos para comprar algo (nos salvó una heladería). El atardecer fue lindo pero nos lo tapó parcialmente un edificio, desde nuestra ubicación no pudimos ver al sol ponerse sobre el mar.
Ya de noche emprendimos el regreso, no sin antes dar una vuelta con el auto por la costa. Hermoso como estaba todo iluminado y la disposición de las calles. Disfrutamos mucho esas horas, ojalá algún día podamos visitar la ciudad en temporada de verano para así probar en primera persona si el agua es más cálida como todos dicen!
Deja un comentario