La High Line, un lindo paseo en Nueva York

high line portada

De a poco regresan los viajes internacionales y esto me motiva a retomar los posteos sobre los lugares que visitamos en todos estos años. La ciudad de Nueva York nos voló la cabeza por varios motivos, entre ellos la originalidad de sus paseos y atracciones. La High Line, en ese sentido, me pareció un lindo ejemplo de que con poco se puede crear un atractivo turístico y cambiarle la cara a toda una zona.

Lo que hoy es la High Line era una vía de tren en altura perteneciente a la extinta compañía New York Central Railroad. Esta vía muerta terminó reconvirtiéndose desde 2014 (se inauguró en etapas) en un paseo con jardines, hermosas vistas del río Hudson y dándole mucha vida a la zona de Hudson Yards, que luego fue creciendo y modernizándose a pasos agigantados.

high line cartel
Cartel explicativo que muestra la historia del trazado

Este paseo tiene 2,3 km de extensión. Comienza en la calle 34 entre 11 y 12, una cuadra que ya conocíamos bien porque allí se encuentra la parada de Megabus, buses low cost que utilizamos para ir a Washington, Boston y Philadelphia. A metros se encuentra la estación de metro de la línea 7 y el hoy famoso mirador The Vessel, que estaba en construcción en el momento en que hicimos este paseo. La High Line finaliza en uno de los barrios más lindos de Nueva York: Greenwich Village.

A lo largo de estos pocos kilómetros fuimos viendo la cantidad de construcciones en curso en la zona. La High Line atraviesa barrios que eran tierra de frigoríficos (de ahí el Meatpacking District) y grandes galpones por la cercanía al río. Actualmente están llenos de rascacielos, miradores, tecnológicas (Google tiene oficinas en Chelsea) y museos (el Whitney se encuentra justo al final del paseo).

high line bridge puente
Una foto muy buscada es la de este puente, a la altura de la calle 15

En su diseño la High Line cuenta con jardines, esculturas e incluso algunas reposeras para descansar. Además, en su trazado encontrarán baños, escaleras para poder bajar de ella en determinados puntos y también ascensores que ayudan mucho a que puedan recorrerla personas con movilidad reducida. ¿Lo mejor? Es un paseo totalmente gratuito.

Luego bajamos de la High Line a la altura de las calles 10 y 17. Queríamos probar la pizza de Artichokes Basille’s que tenía muy buenos comentarios. Fue la primera vez que comimos pizza con alcauciles y la verdad, nos gustó mucho.

Desde la High Line se obtiene una vista muy especial de las calles neoyorkinas

Por último hicimos unos metros más sobre la High Line y ya bajamos definitivamente de ella. El motivo era visitar el Chelsea Market, recorrer un poco el barrio y continuar camino por Greenwich Village.

La High Line es un gran ejemplo de recuperación de un espacio abandonado hoy convertido en atracción turística. Una de las cosas que me fascinan de Nueva York es esa: la capacidad de reinventarse siempre.

Sé el primero en comentar

Deja un comentario