Azul se encuentra en el centro geográfico de la provincia de Buenos Aires y eso hizo que la eligiéramos para pasar una noche y cortar el largo viaje desde el conurbano hacia Sierra de la Ventana. Antes de continuar camino hacia Sierra recorrimos un poco las calles azuleñas y nos llevamos una grata impresión.
Arribamos a Azul alrededor de las 21 horas y nos fuimos directo al alojamiento que contratamos para pasar la noche. Se trata del complejo de cabañas Las Tahonas, ubicado en los límites de la ciudad. Descansamos muy bien y al otro día nos recibieron con un suculento desayuno. Luego hicimos el check-out y salimos a recorrer la ciudad.
En primer lugar paramos en el Balneario Municipal Almirante Guillermo Brown. La ciudad de Azul se encuentra atravesada por el arroyo del mismo nombre. Aquí, ya hace más de 80 años, se decidió aprovechar el curso de agua y convertir una parte en balneario, construyendo una pileta enorme que al día de hoy disfrutan los azuleños. Está rodeado de un enorme parque, con juegos para niños que Nico disfrutó un montón. También cuenta con camping municipal, estacionamiento y pista de atletismo.
Continuamos camino mientras nos sorprendíamos con la prolijidad de las calles azuleñas, sus lindas casas y también las construcciones antiguas que resisten el paso del tiempo. Nuestra segunda parada fue en el Parque Municipal Domingo Faustino Sarmiento, un lugar especial por muchos motivos. En primer lugar, su entrada: dos enormes columnas diseñadas por el arquitecto de las pampas, Francisco Salamone, que hace su primera aparición ante nuestros ojos en este día.
El parque Sarmiento es una belleza. También acurrucado sobre el arroyo Azul, es un pulmón verde inmenso: tiene unas 22 hectáreas. Ingresamos con el auto y tras un tramo largo (me hizo acordar al Parque San Martín de ciudad de Mendoza) estacionamos y empezamos a sorprendernos con este parque. Tiene la mano inconfundible de Carlos Thays, que lo dotó de una enorme variedad de especies vegetales. El agua opera como factor sorpresa. Aparecen hermosos puentes, una isla de los poetas y un patio andaluz. También hay un torreón y juegos para niños, que nuevamente Nico disfrutó.
Realmente nos encantó el Parque Municipal. Pero debíamos continuar camino y nos fuimos hacia la plaza principal de Azul, la cual me emocionaba mucho conocer porque tiene la mano inconfundible de, nuevamente, Francisco Salamone. Las luminarias, los copones, el diseño del suelo con su particular efecto visual (que, dicen, al principio los azuleños rechazaban) y la fuente donde se apoya el monumento al general San Martín, quien le da nombre a la plaza, hacen de este espacio un conjunto único y bien inequívoco del pensamiento de Salamone.
Aquel día justo se hacía un evento por el mes del Niño, con lo cual la plaza estaba decorada y llena de stands así como su edificio municipal. Alrededor de la plaza San Martín también encontrarán como es habitual la Catedral, el teatro Español y el Gran Hotel Azul.
Ya debíamos irnos hacia Sierra de la Ventana, pero quedaba el plato fuerte: el cementerio municipal de Azul y su portada monumental diseñada por Francisco Salamone. No puedo describir lo que sentí al verlo. Sobre todo porque no me gustan para nada los cementerios, pero este me provocaba una sensación de fascinación. Junto al cementerio se encuentra el centro de interpretación de la obra de este gran arquitecto de la pampa bonaerense, pero lamentablemente estaba cerrado.
Fue la mejor manera de cerrar un recorrido por esta ciudad que nos pareció bellísima y super interesante. Nos quedó pendiente visitar el antiguo matadero, obra también de Salamone, que se encuentra en las afueras; así como también la costanera Catriel o el lago Güemes. Buscando información después del viaje me enteré de algo que me sorprendió mucho. Azul fue nombrada ciudad Cervantina de la Argentina, pues alberga en la Casa Ronco la mayor colección de libros de Cervantes fuera de España.
Seguramente volveremos. Azul con su ubicación privilegiada en el centro bonaerense será seguramente una parada ineludible en el próximo road trip que hagamos por nuestra vasta provincia.
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