Después de un año y medio volvimos a Aeroparque, en esta ocasión para volar rumbo a Tucumán. Y al igual que en la última visita, nos hicimos una pasada por el salón Aeropuertos Vip Club. Ya habíamos dejado una reseña, con la salvedad que en aquel momento no estabamos en pandemia. Ahora, con todos los protocolos y medidas, la cosa cambió y mucho.
Ingresamos nuevamente por contar con la tarjeta de crédito American Express Aerolíneas Plus. La misma cuenta con dos pases por año. Nico al ser menor de dos años no ocupa cupo. Hay también otras tarjetas y membresías que permiten el acceso.
Recordamos que la sala se encuentra previo a hacer seguridad, por lo que hay que tomar precauciones con el tiempo. Se ubica pocos metros a la izquierda de donde comienzan los puestos de check-in. Al ingresar presentamos el boarding pass, DNI y obviamente la tarjeta. Finalmente, hacemos un control de seguridad previo a entrar a la sala.
Actualmente por protocolos su capacidad se ve limitada a 25 personas. Es una sala chica, pero se respetan bastante bien las distancias. Un punto fuerte de esta sala era su gastronomía que lamentablemente decayó de manera estrepitosa.
Con la excusa de la pandemia bajaron considerablemente la calidad y cantidad de comidas y bebidas. Pueden ver nuestra reseña pre pandemia donde ofrecían de todo y con constante reposición. Ahora se limitan a medialunas, sándwiches de miga o pan árabe y un misero brownie (sin TACC) que fue lo único dulce que vimos ya que jamás repusieron otra cosa.
En cuanto a las bebidas, solo funcionaba una máquina de café. De las cuatro heladeras solamente una estaba operativa. Escasez total de gaseosas y jugos. Desaparecieron las bebidas alcohólicas.
Un punto alto es la limpieza e higiene en toda la sala. Los baños impecables. En caso de necesitar cambiar a un bebé hay que usar el baño para discapacitados que cuenta con la bandeja cambiadora. Hay uno con ducha pero adivinen… cerrado por “protocolos”.
Una constante que hemos notado en la pandemia es la baja en la calidad de servicios que ofrecen las empresas en muchísimos rubros amparados en la excusa del Covid. Esta sala de Aeropuertos Vip Club no es la excepción. No cuesta nada poner unas frutas o las cosas dulces que ofrecían antes, incluso fiambres, aunque sea con nylon como sirven las medialunas. Una lástima, porque las membresías no son nada baratas, para nada acordes al servicio ofrecido.
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