
En estos días hablaba con una amiga que está embarazada sobre lo estresante que es comprar las cosas previo al nacimiento de un bebé. En esa misma situación me encontré hace poco más dos años y para colmo sabiendo que viajaría para ello a Miami, donde la oferta y variedad es abrumadora. ¿Cómo me organicé? ¿Dónde compré? ¿Qué descuentos conseguí? Acá les cuento un poco de mi experiencia.
Antes que nada quiero decir que me ayudó MUCHO este post de Lei Aisen. Que está completísimo, aunque yo no recorrí tantas tiendas. Tenía una panza de 20 semanas y cero ganas de andar tanto, por lo que compramos en pocos locales y el resto online.

En ese sentido, y vuelvo a referenciar al blog de Lei, aprovechamos el descuento de Amazon Baby Registry. En el link lo tienen bien detallado, pero en pocas palabras, con el usuario de Amazon se crea una lista desde Registry para productos de maternidad y bebés. Luego, cuando confirman la compra (tienen que elegir los productos desde la lista), tienen un 15% de descuento sobre ella. Un golazo.
Soy medio obse y siendo primeriza desde ya tenía toda la emoción. Un mes antes de viajar empecé a llenar un excel con los artículos que quería. Comparé precios online: Amazon menos el 15% de Baby Registry contra otras webs como la de Walmart. Por ejemplo, el set de mamaderas Avent me quedaba a mejor precio con Amazon, y fue una de las compras que hice a través de ese medio.

También metí en el Baby Registry la ropa interior maternal (me arriesgué con el talle, pero me quedó bien) que pagué a un precio increíble; compré la mochila para llevar a Nico, también un calentador de mamaderas, chupetes Nuk, y varias cosas más. Ya estando en Miami confirmé la compra y llegó un par de días después al Amazon Locker que elegimos, ubicado en la zona de Aventura.
El resto de las compras las hice en tiendas. Apenas llegamos a Miami retiramos el auto en el aeropuerto y como teníamos un buen tiempo antes de poder hacer el check-in en el alojamiento (Beach Place Apartments, acá lo referenciamos) nos fuimos al Dolphin Mall. Me metí en Burlington y ahí compré de todo. Estuvo bueno porque el primer día ya me saqué de la cabeza muchas de las compras planeadas.

Burlington fue mi lugar favorito para comprar cosas de bebés. Para los que no lo conocen, es una tienda inmensa de bajo costo donde se consigue especialmente indumentaria, pero hay de todo. Me compré las calzas y jeans maternales para trabajar (entre 8 y 10 dólares cada una aproximadamente), babitas, packs de bodies baratísimos (recomiendo la marca Gerber, de excelente calidad pese a los infinitos lavados de pañales que se desbordan!), medias, baberos, mordillos, juguetes, etc. Allí también encontré ropita de la marca Jordan que es hermosa y de excelente calidad a razón de 4 dólares cada body. Vale aclarar que una semana antes de viajar nos enteramos que se venía un varoncito y eso facilitó las compras.

En el Dolphin Mall también entré al local de Motherhood Maternity, pero me pareció carísimo. No iba a gastar tanto en ropa maternal que usaría muy pocos meses. Por suerte como les dije encontré precios buenísimos en Burlington y todo fue de aceptable calidad.
El segundo día fuimos al tan conocido Sawgrass Mills. Un shopping monstruoso donde si no tenés en claro donde querés comprar podés enloquecer. Yo fui muy al grano, porque como dije antes ya estaba de cinco meses y si bien me sentía excelente también me cansaba más rápido. Sacamos el pasaporte de descuentos en la oficina de informes que nos daba un 20% de ahorro en Carter’s y ya en el local empecé a arrasar, jaja. Lo único malo es que no conseguí casi nada de abrigo. Ya sé que en Miami no hace frío, pero esperaba encontrar más. Sólo conseguí una camperita tipo canguro de 6 meses que Nico usó mucho.
En Burlington también hay ropa de Carter’s a precios irrisorios. Luego de ir al local de Carter’s me di cuenta que lo que se consigue de la marca en tiendas como Burlington o Walmart son colecciones de temporadas anteriores y por eso los precios son tan bajos. Al fin y al cabo, no se si vale tanto la pena ir al local de Carter’s, donde los precios son más altos porque es todo lo último de lo último. Depende de lo que ustedes quieran.

En Sawgrass también pasamos por nuestras amadas Skechers, donde me compré sandalias con su clásica memory foam que usé todo el viaje y sigo usando. ¡Mis pies hinchados ya por la retención de líquidos lo agradecieron!
El otro local que visitamos en Sawgrass fue Burlington nuevamente, para comprar la practicuna. Notamos que tenía mejor precio que Walmart así que lo hicimos allí. ¿Cómo la trajimos? Es una cuna que se pliega muy fácil dentro de la funda que trae para transportarla, así que la sacamos de la caja y metimos todo ahí y algunos elementos en los bolsos. Pero pueden despachar la caja tranquilamente, como si fuera una valija más.

Esas fueron nuestras compras. No nos trajimos el cochecito porque lo adquirimos acá. Nos decidimos por el modelo Cici de Carestino que es super liviano para viajar y fue una gran elección. Tampoco nos trajimos butaca para el auto ni huevito porque nos los regalaban nuestros familiares y amigos.
Miami a la hora de hacer compras para un momento especial como lo es la llegada de un hijo puede ser abrumadora. Las tiendas son inmensas, la oferta y variedad es infinita. Allí por supuesto es muy probable que compren más de lo planeado: los precios son irresistibles.
Resumiendo, es bueno ir ya con algo de organización, como una lista con los productos seleccionados para no perder tiempo allá decidiendo (porque por ejemplo, se van a encontrar con muchos modelos de practicunas, yo elegí la que quería antes de viajar) y no ponerse como objetivo recorrer absolutamente todas las marcas de bebés y maternidad porque es imposible.
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