Desde hace un tiempo teníamos la idea de mostrar distintos barrios del gigantesco conurbano bonaerense. La idea es dar a conocer los atractivos para visitar, lugares donde ir a comer, en que bar tomar un buen café, curiosidades y edificios emblemáticos. Cada barrio tiene lo suyo y queremos descubrirlo. Hoy inauguramos la sección por el sur, más precisamente en Adrogué.
Muchas veces esconden tesoros que no sabemos que existen pese a tenerlos más cerca de lo que pensamos. Nos pasó cuando fuimos a Campanópolis, en González Catán. Varios seguidores Instagram quedaron maravillados y nos consultaron por el lugar.
Es la ciudad cabecera del partido de Almirante Brown y considerada una de las zonas más bonitas del sur del conurbano. Mantiene muchas calles empedradas, con enormes árboles en las veredas que cuentan con casas de terrenos bien grandes.
La visita comenzó en la Plaza Almirante Guillermo Brown, la principal de la ciudad. Lugar clásico donde encontramos la iglesia y el palacio municipal. La habíamos visitado otras veces ya que en tiempos normales se realizan eventos como la feria del libro municipal o se arma un lindo patio de comidas con food trucks que se instalan en el lugar.
Ahí también se ubica la Casa Borges, lugar donde vivió el escritor que hasta le escribió un libro a su querida Adrogué. En este momento está cerrada a las visitas.
Una de las calles que sale a la plaza es Rosales. Caminando unos pocos metros por ella se llega a Castelforte, un histórico castillo. Un edificio muy particular que cuenta con unos túneles cuya utilización es un misterio que alimentó varios mitos: desde ritos masónicos hasta transporte de municiones.
A unas pocas cuadras se desarrolló en estos últimos años el paseo Viejo Adrogué. Es un pequeño polo gastronómico sobre Cordero, entre Nother y Seguí. También se incluyen locales en la calle Spiro. Allí fuimos en busca de un café, como buenos amantes que somos de esta noble infusión. Disfrutamos de una excelente merienda en Federado, una cafetería de especialidad que ya agendamos para nuevas visitas. También hay cervecerías, hamburgueserías y un hermoso bodegón llamado Tirifilo que es un clásico de la ciudad.
Para bajar la merienda, nos fuimos caminando por Nother. Cruzamos la vía, ya que como casi todos los barrios del conurbano (especialmente los del sur), está atravesado por las vías del tren. La línea Roca cuenta con una estación aquí, perteneciente al ramal que hace Constitución – Alejandro Korn.
Allí nos encontramos con el Paseo La Delicia. Un espacio con varios locales de ropa y algún que otro barcito. Nos llamó la atención en esa cuadra encontrarnos con esta casa:
También hay varios restaurantes en los alrededores y una confitería muy conocida de la zona llamada Summus, cuyas buenas calificaciones de Google y sobre todo su hermosa vidriera nos incitó a comprar algo para llevar a casa.
Hemos visitado más de una vez Oma, una casa de té con una pastelería exquisita que según parece cerró de manera permanente. Una triste noticia realmente.
A esta altura Nico ya estaba extenuado de haber caminado toda la plaza y de dar vueltas por medio Adrogué, así que emprendimos el regreso. Siempre quedan cosas pendientes que esperamos descubrir o también porque no, nos hagan descubrir los lectores.
Me gustó mucho el relato, ahora estoy estudiando la construcción de la imagen de la ciudad asi que estos relatos me ayudaron un montón, gracias!
Nos alegra mucho que te haya gustado y que sea de utilidad Alejandro!
Saludos!