Chau verano: balance de una temporada en pandemia

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Se nos fue la primera temporada de verano en pandemia. En este post intento ensayar un balance de estos meses y resumir un poco nuestra experiencia viajando en este contexto que nos toca vivir. 

La pandemia por el Covid-19 ha demostrado ser muy dinámica. Allá por los meses de octubre y noviembre el nivel de casos venía bajando considerablemente. La posibilidad de volver a hacer turismo estaba a la vuelta de la esquina y finalmente se concretó a partir del 1ro de diciembre. Para fomentarlo se lanzó el programa PreViaje del que hablamos largo y tendido en el blog.

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Así fue como el finde largo de diciembre 2020 hicimos la primera escapada en meses. Fue a un destino “seguro”: nuestra querida Mar del Plata. Contamos con alojamiento familiar allí y con movilidad propia. Si se presentara alguna urgencia podríamos volver a casa rápidamente. Pasamos unos días hermosos y el viaje nos ayudó a sacarnos el miedo y la mufa. Fue además la primera experiencia de un recorrido largo en auto con Nico, ampliamente superada, que nos ayudó a preparar los que vendrían, como la ruta Salta – Cafayate

En enero de este año volvimos, por fin, a subirnos a un avión. Pero no fue fácil llegar hasta ahí. Como dije antes, la pandemia es dinámica. Luego de las fiestas de fin de año los casos se incrementaron nuevamente. ¿Hay posibilidad de que se suspenda el turismo interno? ¿Y si quedamos varados a 3000 km? Ushuaia queda en el mismo país, pero lejos de casa. ¡Y en una isla!

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Disfrutando del Parque Nacional Tierra del Fuego

Compramos el alojamiento a último momento. Lo que no hacíamos jamás, en los viajes pandémicos se hizo moneda corriente: esperar para reservar hospedaje lo máximo que se pueda. Todo podía cambiar en cuestión de días. 

Finalmente viajamos a Ushuaia. Llegamos con mucha anticipación al aeropuerto de Ezeiza porque así lo requieren los protocolos, pero al final nos terminó sobrando tiempo. Por supuesto teníamos todos los requisitos que la provincia exigía para ingresar pero al llegar a Tierra del Fuego no nos pidieron ninguno de ellos.

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El vehículo que alquilamos en Ushuaia, frente al lago Fagnano. Según datos oficiales, el 82% de los turistas se movilizaron en auto

En Ushuaia lo pasamos espectacular como habrán leído en todos los posteos que publicamos. Y eso nos animó mucho a concretar el siguiente viaje en avión que hicimos, a la provincia de Salta, en febrero. Ya un poco más cancheros y sueltos, nos habituábamos al turismo en pandemia: también habíamos hecho una mini escapada a San Antonio de Areco.

Salta fue el único destino donde nos pidieron los requisitos para viajar. En el check-in en el aeropuerto para regresar a Buenos Aires nos solicitaron, por fin, el Certificado Verano.

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En Cafayate nos alojamos una noche en el hotel Munay. Fuimos el finde de Carnaval y por lo que nos contaron había 100% de ocupación hotelera

¿Fue muy distinto turistear en pandemia? Sacando el uso del tapabocas, todo se sintió como antes. Por supuesto algunas cosas cambiaron. Muchos atractivos, como los museos, redujeron sus horarios de visita e implementaron la reserva online, como por ejemplo el Museo Güemes en Salta. La peor experiencia la tuvimos en el teleférico del cerro San Bernardo: horas de fila para comprar la entrada y poder subir, amontonamiento y poco respeto de la distancia social. 

¿Y qué tal en el avión? Bueno, la gente respetó bastante los protocolos al menos en los vuelos que hicimos. Lo insólito es que en un par de vuelos nos terminaron juntando en el bus que te lleva al avión. Con tantas mangas disponibles, porque hay muchas menos frecuencias, realmente no se entiende que decidan amontonarnos. 

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En el exterior del aeropuerto de la ciudad de Salta se improvisó una sala de espera para aguardar la apertura del check-in de cada vuelo y no amontonar gente

Un punto negativo que notamos es el aprovechamiento de los protocolos para reducir servicios. Por ejemplo, el snack a bordo del avión. ¿Por qué Aerolíneas Argentinas no puede servir el snack como antes y Jetsmart, que lo vende, si? Un familiar nos contó que por protocolos en un destino no le quisieron dar un mapa. ¡Un mapa! Vamos, muchachos. También lo contamos en el post sobre nuestra estadía en el Sheraton Buenos Aires: los protocolos fueron la excusa perfecta para reducir la calidad y variedad del desayuno. Una pena. 

Creo que la temporada fue positiva. Por supuesto viajó mucha menos gente, pero los casos se mantuvieron estables. La mayor movilidad de personas no los dispararon y se demostró que se puede viajar con cuidados. Muchísimas personas en la Argentina viven del turismo y es necesario que entre todos hagamos las cosas bien para que el sector no se quede sin nada nuevamente. 

¿Viajes al exterior? Esa es otra historia. Lamentablemente nos estamos enterando de casos de pruebas PCR “truchas” o de gente que incumple el aislamiento al regresar. Se endurecieron las medidas para desalentar los viajes fuera del país. Lo dijimos en este post y por ahora no nos equivocamos: sigue siendo un año complicado para hacer turismo en el exterior y de hecho persiste la recomendación oficial de no salir de la Argentina. 

¿Y ustedes? ¿Cómo vivieron sus vacaciones pandémicas?

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