Cuando decimos Salta, decimos empanadas. También humita y tamales, por supuesto. Pero las empanadas suelen ser lo primero que se nos viene a la cabeza. Tanto es así que al volver nos queda la nostalgia de su sabor. Por suerte, tenemos la posibilidad de traernos algunas empanadas congeladas para no extrañarlas tanto.
Este local algo oculto es un gran hallazgo en el Aeropuerto Internacional General Martín Miguel de Güemes. Está en la planta baja, al costado de las escaleras mecánicas que nos llevan al bar del primer piso y a pre embarque.
Según la amable señora que nos atendió, duran hasta 6 horas fuera del freezer. Su consejo fue que pasado ese tiempo volvamos a congelarlas. Y así como están se mandan al horno, no es necesario hacer más nada. También vende humita y tamales.
Por supuesto que compramos un par de docenas. Para colmo al ver los precios del bar del primer piso queríamos encontrar un horno para comerlas ya. Incluso bajé a preguntarle a la señora si también vendía hechas pero por desgracia la respuesta fue negativa. Veníamos acostumbrados a los bajos precios de la ciudad para comer, donde por $400 se consigue una docena de empanadas y encontrarnos con una “promo” de 3 empanadas más bebida a $380 nos espantó.
Para la próxima ya sabemos: ir livianos así entran más docenas de empanadas congeladas. También es un lindo souvenir para llevar. Todos disfrutamos la gastronomía salteña y que mejor que obsequiar parte de ella. Una manera de tener más cerca a Salta la linda.
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