Estadía en el hotel Sheraton Buenos Aires

Si nos siguen en Instagram habrán visto las historias sobre la visita al Sheraton Buenos Aires. En este post haremos la reseña de nuestra estadía en este reconocido hotel 5 estrellas.

Como buenos viajeros, estamos siempre atentos a ofertas y oportunidades. Algunas grandes como la promo loca que nos llevó a Panamá o la inolvidable de Iberia que nos permitió conocer Europa. Y también alguna oferta que sumada a un cupón de descuento hizo que vayamos al histórico Hotel Provincial en Mar del Plata. En este caso, gracias a Peixe (ex Groupon), pudimos darnos el gusto de hospedarnos en el Sheraton Buenos Aires.

Para febrero de 2021 el costo fue de $5.000 por noche. Lo interesante es que no había restricciones prácticamente, podía hacerse un fin de semana sin inconvenientes. Incluyó acceso a la pileta y desayuno. El estacionamiento se abona aparte y vale $950 por día.

En estos tiempos de pandemia, hay restricciones y también ciertos protocolos que cumplir. El desayuno y la pileta requieren turnos. También se debe reservar para el restaurant principal llamado Buono (es de comida italiana). Los turnos de la pileta tienen una duración de tres horas mientras que los de desayuno son de una hora.

El hotel está aplicando protocolos por Covid y se notan apenas ingresamos. Control de temperatura, lavado de manos y bandeja desinfectante para pies. El kit de bienvenida es un barbijo con alcohol en gel.

Respecto a la habitación, nos tenían preparada una cuna para Nico (nos dieron la posibilidad al hacer la reserva). Hay frigobar y dos aguas de cortesía. Cama king, sillón y un escritorio que nos resultó muy práctico para trabajar con el blog.

Apenas realizamos el check in consultamos por la disponibilidad del late check out (incluida en el cupón). La respeuesta fue afirmativa por lo que podríamos retirarnos a las 16 en lugar de las 11 hs.

Ahí mismo realizamos la reserva para la pileta para ese día y el siguiente. Lo mismo para el desayuno y quisimos agendar un lugar en el restaurante para cenar y ya estaba lleno. De todas maneras teníamos la alternativa del bar del lobby que es sin reserva. Nos hospedamos justo en la semana que comenzaba el torneo de tenis ATP de Buenos Aires y al ser el hotel Sheraton sponsor del mismo había mucha ocupación. De hecho nos cruzamos con David Nalbandian cuando se dirigía al gimnasio (también con turnos).

Al finalizar cada turno de la pileta se hace una desinfección y limpieza. Al ingresar nos dan las toallas. Hay servicio de bar hasta las 19 hs y la pileta cubierta permanece cerrada, solo está habilitada la descubierta.

Hay actividades todos los días, nos dan el cronograma de las mismas al hacer el check in. De todas maneras en la habitación contamos con un código QR donde las podemos visualizar, como así también la carta del restaurante o el servicio a la habitación. Muy práctico y cómodo.

Tal vez el momento más esperado fue el más decepcionante: el desayuno. Entendemos que hay protocolos y ciertas pautas a seguir por el Covid. Pero al mismo tiempo vemos como varios servicios (no solo en hoteles) bajaron mucho su calidad y prestaciones con la excusa de los protocolos. No es más el desayuno buffet donde uno se sirve a gusto. Los mozos se acercan y sirven algo estandar como tostadas, fiambres, medialunas y café.

Aquí les presento el desayuno del Sheraton Buenos Aires

En nuestro caso no nos informaron que podía repetirse algo (lo pedimos nosotros) ni que tenían otras opciones. Vimos que otras mesas pedían muffins, yogures o té pero la escasez de variedad era sorprendente. Lo peor fue que la mesa vecina pidió un omelette y les avisaron que eso tenía un cargo extra! ¿Un hotel de la talla del Sheraton cobrando un omelette en el desayuno? Pésimo.

Nos sorprendieron gratamente los precios para comer dentro del hotel. Dos empanadas $160, un sándwich de jamón crudo con papas fritas a $500. Precios más que aceptables por tratarse de un cinco estrellas.

El cupón en la página de Peixe es este, ahora aumentó un poco. También pueden ver acá otros hoteles cinco estrellas donde darse el gusto una noche aunque sea. Una buena opción y cercana en estos tiempos de viajes con protocolos, permisos y demás.

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