Areco es uno de los pueblos que a la tradición e historia le han sumado una fuerte impronta gastronómica. Hay varios lugares muy buenos donde deleitar el paladar y vale la pena quedarse unos días para probar las distintas opciones. En este post les adelantamos dónde comimos, ahora los vamos a reseñar brevemente.
Teníamos varios lugares guardados en Google Maps pero por tiempo y por el hecho de que algunos estaban cerrados por vacaciones (fuimos en la primera semana de enero) no pudimos conocerlos. Lo que nos invita, obvio, a regresar.
Pulpería “Lo de Tito”
Ubicado al lado de nuestro alojamiento, Lo de Tito es un restaurant donde la estrella es la ambientación; lleno de antigüedades, con salón, patio interno y mesas en la vereda y en la calle también, adaptado a estos tiempos como tuvieron que hacer tantos otros.
Probamos de entrada una provoleta con jamón crudo que estaba alucinante. La empanada de carne no se destacó. Luego vinieron los platos principales: pollo al verdeo con fritas y ensalada. Estaban correctos, tampoco nos mataron. Las porciones, generosas. La cuenta final sumó alrededor de $1800.
Bar El Tokio
Un clásico frente a la plaza principal de Areco, al que fuimos con el objetivo de tomar una merienda. Es un bar que tranquilamente uno podría encontrar en la ciudad de Buenos Aires, bien tradicional. Se destaca por sus helados. Buena experiencia aunque pedimos medialunas y licuado de frutilla y no tenían. El affogato con helado de pistacho, muy bueno.
La Vieja Sodería
Por precio y calidad, el lugar que más nos gustó. Como lo indica su nombre, era el depósito de una sodería. Pedí una picada que disfruté en soledad (a Ger casi no le gustan los fiambres) y él se pidió el arroz de Tilcara (arroz con carne molida, comino, cilantro y gratinado con queso) que estaba riquísimo. El ambiente, muy relajado y tranquilo. Nos encantaría volver y probar más platos. Gastamos alrededor de $1000 en total, muy por debajo de lo que abonamos en otros lugares.
La Toldería
Teníamos agendado este pequeño mercado y hacia allí fuimos. Está algo alejado de la zona más turística. Cuenta con productos gourmet, algunos de ellos locales. Allí compramos algunos embutidos de la zona aunque el mejor descubrimiento fueron los alfajores El Arequero, de excelente precio y calidad. En La Toldería también uno se puede sentar a tomar algo. Ofrecen cafés, licuados, jugos entre otros. Su dueño fue muy cordial y nos contaba que anteriormente vivía en la ciudad de Buenos Aires y que eligió la tranquilidad de Areco como su nuevo hogar.
La Olla de Cobre
No fue casual habernos hospedado en Los Malvones. Sus dueños son también los de la chocolatería La Olla de Cobre, de la que siempre escuchábamos buenas referencias en especial por sus alfajores. Por supuesto no podíamos no probarlos y de hecho los incluyen en el desayuno seco que te entregan al hacer el check-in. Los alfajores tienen una cobertura semiamarga y el dulce de leche es generoso. La galletita tiene una consistencia distinta de lo que estamos acostumbrados. Pero todo redondea un producto suave, liviano y rico. El alfajor de leche no me volvió loca. Los chocolates, muy buenos. Vale la pena que pasen por allí y se lleven un dulce recuerdo de Areco.
tenemos que ir. pero todos!!!!!!
Siiii encantados de volver y en patota, mejor!!