Más de 100 años sirviendo un delicioso sándwich de pastrami. Un lugar anclado en el tiempo que además aparece en una de mis películas favoritas. ¿Cómo no iba a ir a Katz’s Delicatessen?
No soy muy fanática de las comedias románticas pero tengo algunos permitidos, especialmente si transcurren en una ciudad que amo como Nueva York. Siempre digo que en Cuando Harry conoció a Sally los protagonistas son tres: Harry, Sally y Manhattan.
En Katz’s se filmó una escena muy famosa de la película. Sally le demuestra a Harry que las mujeres podemos fingir orgasmos. Todo transcurre mientras comen en Katz’s. Mientras Billy Crystal muere de vergüenza ante la situación, Sally (maravillosamente interpretada por Meg Ryan) llama la atención de todos los comensales incluyendo la de una señora que le dice al mozo: “tráigame lo mismo que a ella”.
En efecto en Katz’s hay un cartel que recuerda en qué mesa se filmó la famosa toma. Lástima que no me pude sentar ahí…
Aquel día arrancamos como siempre muy temprano. Primero fuimos a Hoboken, New Jersey, donde desayunamos en la pastelería original del programa Cake Boss, la famosa Carlo’s Bakery. Luego volvimos a Manhattan a recorrer Chinatown, Little Italy y así llegamos a nuestro objetivo en el Lower East Side para almorzar ese sandwich de pastrami del que sólo leíamos excelentes referencias. Y cumplió.
Al ingresar nos encontramos con un lugar lleno de gente y bastante fila para hacer el pedido en la barra, pero el sistema terminó siendo ágil. Pedimos el sándwich (es grande, se puede compartir) con dos bebidas. Te lo anotan en un papelito que se presenta en la caja al salir y allí te cobran. Se alinearon los planetas, se liberó una mesa y en pocos minutos estábamos disfrutando.
En Katz’s el menú es amplio y se especializa en comida kosher. La mayoría seguramente vamos por el glorioso pastrami, pero hay otras opciones. No es barato, pero lo vale, se los aseguro. Se sirve con los clásicos pepinillos, creo que a los argentinos aún nos cuesta acostumbrarnos a ellos. Pero los yanquis los aman.
El local se quedó en el tiempo, pero estos lugares vintage son sin dudas los que más me gustan. Está igual que en la película. Las paredes están decoradas con fotos de personalidades famosas que también fueron a comer ahí. Es uno de esos “si o si” en la Gran Manzana.
Así que ya saben, tienen que ir a Katz’s por ese “orgásmico” pastrami 🙂
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