Volver a una cafetería en tiempos de pandemia

veneciana

La pandemia nos quitó muchísimas cosas. Desde ya que se llevó vidas y generó múltiples trastornos tanto económicos como de salud a miles de personas. Pero de lo que hablamos aquí es de turismo y gastronomía entre otras cosas, por eso hacemos foco en ello. Algo habitual como sentarse a tomar un café en un bar se volvió imposible. Por ese motivo, esta visita a La Veneciana fue tan especial.

En las últimas semanas se fueron flexibilizando algunas actividades en ciertos distritos (hace poco contamos nuestra experiencia en el Autocine Lomas). Un poco eso y otro poco que los comerciantes no pueden aguantar más la situación hicieron que bares y restaurantes vuelvan recibir gente nuevamente.

En todos los casos con mesas al aire libre. Recientemente se permitieron usar terrazas también. Todo con protocolos e incluso varios readaptaron algunas cosas para minimizar los contactos.

Hemos visto por los medios que algunos locales han quitado las tradicionales cartas, reemplazándolas por un código QR para poder visualizarlas desde el celular. Implementaron la utilización de cubiertos y vasos descartables. Se impuso el acceso solo con reserva para evitar amontonamientos. En fin, muchas medidas para adaptarse a estos tiempos.

Veneciana
Pedí el de Nutella pero no estaba disponible

Desde hace un tiempo los bares y restaurantes de Las Lomitas (tradicional zona gastronómica del centro de Lomas) abrieron sus puertas. Andábamos con abstinencia y fuimos a ver como funcionaba todo. Un sacrificio para el blog… y nuestros estómagos.

La idea era ir a La Veneciana, heladería y cafetería con fuerte presencia en zona sur. Tenemos un cariño especial por ellos ya que cuando buscábamos lugares para vivir juntos hicimos una parada técnica en un local de Banfield donde conocimos su panqueque con bochas de helado y crema acompañado con un café a excelente precio. Fue amor a primera vista.

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Crema, una bocha de helado de dulce de leche, una de crema, panqueque y más dulce de leche

El ansiado día de firmar los papeles y recibir la llave de la casa hicimos tiempo en su “auto-helado”. Ya mudados, fuimos varias veces a desayunar o merendar. El helado no está mal, pero es un poco caro. La cafetería es excelente y la atención siempre muy veloz.

Era una hermosa tarde soleada y al llegar a Las Lomitas vimos un mundo de gente. Colas en todos lados y dificultades para encontrar estacionamiento. Lo habitual pre pandemia.
Lógicamente que al no estar disponibles los salones internos se ve mucha más gente afuera, ya sea comiendo o esperando lugar

Con todos los lugares llenos, recién pudimos sentarnos en el tercer local de La Veneciana que visitamos (que bueno que haya varios tan cerca). No éramos los únicos necesitados de salir.

Felicidad

No cambió mucho el sistema, por lo menos aquí. Las cartas en papel, vajilla habitual, la rapidez en la atención y la calidad de siempre del panqueque junto con el café. Antes de sentarnos desinfectaron la mesa y nos rociaron las manos con alcohol. Lo malo es que andaban algo cortos de stock, no había Nutella ni limonadas!.

Los panqueques nos duraron 10 minutos, como siempre. Nico nos miraba atónitos, ya se va a sumar él a la fiesta. El shake de frambuesa estaba bien pero muy dulce, lo pedimos de glotones. Después de eso y el panqueque necesitábamos agua y sal para desempalagarnos. Menos mal que tomamos el café sin azúcar.

Esa carita pide un poco de panqueque

Otro punto a favor de La Veneciana es que te traen la cuenta junto con el pedido. Cuando terminas le das el ticket con el pago a quien te atendió y listo.

El shake estuvo de más. Por $600 meriendan opíparamente dos personas (Octubre 2020)

Fue lindo volver a disfrutar de una salida. Nico se portó de diez, como cada vez que íbamos a tomar o comer algo afuera. Siempre haciendo todo sin demoras para evitar que se fastidie. Igual comemos como animales así que nos sale natural lo de comer rápido.

Esperemos de a poco vuelvan a abrir sus puertas más locales. Ya andamos con ganas de ir a comer alguna hamburguesa por el barrio…

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