Manejar es algo que particularmente no disfruto, odio el caos de tránsito, dar mil vueltas para estacionar, las imprudencias de la gente, etc. Por eso cuando vamos de viaje prefiero evitar alquilar auto, aunque muchas veces es necesario y lo termino haciendo. Hasta que llegó el viaje a Miami y todo cambió.
Cuando planificamos el viaje notamos que era indispensable alquilar vehículo para moverse por la ciudad. Si bien hay transporte público, las distancias son bastante grandes y todo el mundo se mueve en auto.
Ya me había resignado a tener que alquilar, pero finalmente desde el momento en que llegué al sector de renta de autos hasta que lo devolví, fue un disfrute permanente.
Más allá de que hay autopistas enormes que conectan con todos lados y que está todo en impecable estado, la principal diferencia radica en como todos respetan las normas de tránsito. Eso hace que uno maneje tranquilo y que todo fluya sin problemas.
Para empezar, reservamos con anticipación a través de Happy Tours USA. Hay varios sitios de alquiler pero este en particular es recomendable por dos cosas: está bien claro que incluye todos los seguros indispensables (dato MUY importante) y tiene reservas cancelables gratuitamente.
Con el tema seguros no hay lugar para excusas, cualquier incidente menor puede resultar un gasto altísimo si no contamos con uno.
Por eso uno puede hacer una reserva a un precio hoy, pero si al mirar dentro de unos días encontrás un precio mejor cancelás y reservás nuevamente. Todo rápido y sin problemas. De esta manera bajamos de U$S 300 a 222 en dos meses. Lo que hace esta página es mostrarnos los precios de todas las rentadoras y elegimos cual queremos. Fíjense además el precio por 9 días, queda a aproximadamente U$S 25 por día un auto de la categoría full, muy espacioso y con un baúl enorme.
Esa es otra de las ventajas, los alquileres no son para nada caros. En nuestro caso reservamos con Alamo, que encima tiene una gran particularidad: podemos elegir nosotros mismos el auto dentro de la categoría pagada.
Al aterrizar nos dirigimos al sector de alquileres de autos dentro del aeropuerto, en el caso de Alamo tiene terminales autoservicios donde uno ingresa los datos de la reserva previamente agendada. Pagamos con la tarjeta de crédito ahí mismo en ese proceso y se imprime un voucher. Luego lo entregamos al empleado que al ver el tipo de auto reservado nos avisa a que sector tenemos que ir.
Ya en el sector, elegimos de entre todos los autos el que queramos sin que nadie nos diga nada. Nos subimos y bajamos cuantas veces queramos, había unos 15 autos disponibles. Una vez elegido, cargamos las cosas y nos vamos (en una garita de salida toman nota del auto retirado).
Recomendamos siempre tener el Google Maps con los mapas descargados para que funcionen sin conexión. Este vehículo ya traía pantalla con GPS por lo que te va indicando todo el tiempo por donde ir. Además, si tenemos algún plan de datos con el celular, podemos complementar con el estado del tránsito.
Es muy cómodo manejar por Florida, donde vayas tenés un estacionamiento enorme, casi nunca hay que estacionar sobre la calle. Hay normas muy interesantes que hacen que el tráfico fluya. Por ejemplo, carriles exclusivos para girar tanto a la derecha como a la izquierda. Otra muy interesante es que se puede girar a la derecha aunque tengamos el semáforo en rojo, salvo que un cartel indique lo contrario o que pasen autos que tienen verde, desde ya.
Tan embalado estaba que fuimos a Naples en el día, son unos 200 km hasta esa hermosa ciudad. Los peajes generalmente son con el sistema que acá conocemos como telepeaje. Siempre revisar eso antes de alquilar auto pero normalmente viene incluido el aparato y al finalizar el alquiler nos vendrá debitado en la tarjeta lo que hayamos usado.
Sin dudas es otro de los motivos por el que los argentinos disfrutan Miami, además de ser indispensable para moverse por tan placentera ciudad.
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