Rincón Glotón: alfajor, el manjar argentino por excelencia

Con motivo de la semana del alfajor va este humilde homenaje a la mejor golosina que existe.
Lo lindo del alfajor es que no tiene edad, desde que sos un niño que vas con las monedas al kiosco o al buffet del colegio a buscar un Guaymallén o un adulto que compra una caja de Havanna en cualquier lugar del país, algo que solo podía conseguirse en Mar del Plata.

De acuerdo a la Asociación de Distribuidores de Golosinas y Afines, en nuestro país se consumen 6 millones de alfajores por día, o sea unos 80 por segundo. Son unas 800.000 toneladas al año, que se exportan a 30 países.
Por supuesto, es la golosina más vendida.

Todos tenemos nuestros favoritos, aquellos que nos traen recuerdos de la infancia o que nos acompañaron en la escuela o universidad.
Con el tiempo se fue innovando, del alfajor simple relleno de dulce de leche bañado en chocolate se fue pasando por rellenos de mousse, fruta, cremas, distintas coberturas, apareció el alfajor triple inventado por Fantoche…
No podemos dejar de mencionar tampoco a los alfajores de maicena que en el ultimo tiempo además de los chiquitos que hacían nuestras madres y abuelas o se compraban en panaderías aparecieron los grandes hechos por marcas artesanales y también industriales (el Cachafaz de maicena… ufff).

Un fenómeno que se fue dando en el último tiempo es el desarrollo de alfajores “gourmet”. Empresas regionales que elaboran sus productos artesanales y que se venden en la zona y alrededores. Generalmente son productos de excelente calidad pero como contra sólo se disfrutan yendo a esas localidades o son difíciles de conseguir.
Algunos de esos dieron el salto como Guolis, que curiosamente la conocí hace varios años en mi querida Universidad Nacional de La Matanza, no se como llegaron ahí (la fábrica es de Balcarce) pero fue un flechazo inmediato. Mucho relleno, galletita blanda y suave, excelente calidad. Hoy ya cuentan con locales en Capital Federal.

Otro descubrimiento hermoso fueron los de La Pulpería de Uribelarrea. Bien artesanales y con sabores fuera de común. Cuando esta maldita pandemia afloje un poco y se pueda salir nuevamente, estoy ansioso por ir a buscar algunos.

En Mar del Plata, bastión alfajoril de toda la vida, surgieron hace un tiempo los alfajores de una marca icónica de churros: Manolo. Una bomba nuclear de 100 grs (ahora también hacen “simples”) que bien vale la pena probar.

Por supuesto que hay millones, por suerte en cada rincón del país se hacen alfajores de todos los colores y sabores por lo que siempre hay alguno nuevo por probar. Es una de las cosas que más nos gustan de viajar por nuestro país: en todos lados hay alfajores artesanales muy buenos. Y cómo olvidar cuando el servicio de abordo de Aerolíneas Argentinas incluía la caja Balcarce, o cuando nos dieron la de Havanna volando con Latam.

También esta golosina tiene al igual que muchos productos argentinos su fiesta nacional. Se hace anualmente en La Falda, Córdoba, normalmente en el mes de Octubre. Y por supuesto, morimos por ir algún día.

No dejamos de lado a los alfajores industriales que tantas alegrías nos dan, todos alguna vez comimos un Oreo, Milka, Suchard, Jorgito, Fantoche, Capitán del Espacio, Águila, Terrabusi, Nesquik, etc, etc y etc.

Para celebrar la semana del alfajor les compartimos (y agradecemos) un datazo que nos brindó nuestra amiga Pato: YPF está promocionando sus alfajores Full a 2 x 80 ya que están próximos a vencer y lo mejor es que la producción de los mismos corre por cuenta de Cachafaz…

Cerramos con la información de un lanzamiento importante: Fantoche prepara su alfajor cuádruple. Si, los creadores del triple van por mas y nosotros aquí estaremos para disfrutarlo y dar nuestro veredicto.