Gaiman es una de las tantas localidades chubutenses fundadas por colonos galeses. Trelew, Dolavon y Trevelin (esta última también la visitamos) son otros ejemplos.
Siempre tuvimos ganas de viajar al menos un fin de semana; nos atraía la idea de ir a las famosas casas de té galesas de la localidad y lo pudimos concretar en mayo 2019. Fieles a nuestro estilo, veníamos persiguiendo el vuelo a Trelew y en cuanto encontramos un precio que nos cerraba, emitimos.
Partimos de Aeroparque el sábado 18 por la mañana. Luego de dos horas de vuelo arribamos al Aeropuerto de Trelew donde nos esperaba nuestra anfitriona de Airbnb que se ofreció ir a buscarnos y de esa manera nos solucionó el tema del traslado a Gaiman, que está a 17 km de Trelew.
El Airbnb estaba muy bien equipado, consta de dos ambientes y resultó más que cómodo para nosotros dos.
Luego de dejar nuestras cosas fuimos a nuestro objetivo: Ty Te Caerdydd, famosa casa de té por haber sido visitada por Lady Di, de la que ya hablamos anteriormente. Disfruté mucho de esa merienda cursando el tercer mes de embarazo y con antojo de comer cosas ricas
Luego estuvimos paseando por la localidad, que al ser tan pequeña se puede recorrer a pie sin problemas.
Pasamos por el famoso puente colgante y llegamos hasta el túnel del ferrocarril que pasaba por Gaiman. Ese túnel puede cruzarse (tiene unos 300 metros) pero cuando llegamos lamentablemente estaba cerrado. A metros se encuentra la oficina de turismo de la ciudad.
También pasamos por la primera casa del pueblo y regresamos al departamento porque ya estaba oscureciendo.
Al otro día continuamos recorriendo Gaiman. Nos acercamos hasta la costanera del río Chubut y sacamos algunas fotos.
Almorzamos frente al río y de allí fuimos al museo de la antigua estación. Es un poco triste ver cuántas estaciones de tren se han convertido en museos, y es porque el tren dejó de pasar… Eso ha afectado muchísimo a tantos pueblos y desde ya a la estructura económica del país. Creo que nos cansamos de visitar museos ubicados en antiguas estaciones todos estos años. Este en particular cuenta la historia de la llegada de los galeses a esta zona y hay cantidad de objetos de época.
Y eso fue todo para nosotros en Gaiman, porque siendo domingo a la tarde ya debíamos ir al aeropuerto para regresar a Buenos Aires.
La verdad es que nos gustaría volver para ir a otra casa de té. Y también porque como en cada pueblo se respira un aire de tranquilidad que a veces hace falta. Tenemos pendiente conocer Península Valdés y alrededores, así que ojalá que el día que lo concretemos podamos regresar. Si están por ahí, vale la pena hacerse una escapada a Gaiman, empaparse de historia y llenar la panza y el corazón con una buena merienda galesa.
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