Este post se lo dedico a Nicolás, compañero de vida de mi abuela durante más de dos décadas. Oriundo de San Telmo, era un nostálgico de su barrio, a tal punto que nunca se adaptó del todo a vivir en el apacible barrio El Dorado de Quilmes, que le parecía aburrido: extrañaba “ir al café” todas las noches. Tanguero, peronista, trabajador gráfico e hincha de Boca, Nicolás nos dejó a la edad de 90 años, amando a su San Telmo hasta el último día de su vida.
El gobierno de la Ciudad de Buenos Aires ofrece numerosas visitas guiadas y actividades para conocer más sobre la Reina del Plata. Nosotros hicimos el recorrido por el histórico barrio de San Telmo y nos encantó.
Tienen que reservar online el tour que quieran hacer en www.turismo.buenosaires.gob.ar. Abonamos con tarjeta de crédito (nos salió unos $80 por persona en marzo 2018), imprimimos la reserva y se la presentamos al guía al momento de iniciar el recorrido, que se realiza a pie.
Pero como el tour comenzaba recién a las 15 hs del sábado (en los meses de verano arranca a las 17 hs) pasamos antes por la hermosa librería El Ateneo Grand Splendid, considerada una de las más lindas del mundo.
Luego fuimos a almorzar a una de nuestras hamburgueserías favoritas: Dellepiane Bar, ubicada en el pasaje Dellepiane 685.
Y con la panza llena iniciamos la caminata hacia el punto de encuentro para comenzar la visita. El auto se quedó en casa. La verdad nos resulta más cómodo movernos en tren y subte, ya que vivimos muy cerca de la línea Roca. Además, las ciudades se conocen caminando, como hacemos en otros países 🙂
El punto de reunión para el tour es un lugar emblemático del barrio de San Telmo: la esquina de Chile y Defensa. ¿Por qué? Adivinaron. ¡Allí vivía Mafalda! Vecina estelar, sin lugar a dudas.
Éramos un buen grupo de personas. El guía nos fue contando acerca de la historia de este barrio tan especial donde ocurrieron importantes episodios de la historia argentina. San Telmo es el epicentro de la defensa de los habitantes de Buenos Aires durante las invasiones inglesas (por eso se denominan así las calles Defensa y Reconquista), de las reuniones de los patriotas con vistas a la formación del primer gobierno patrio, y por supuesto años más tarde fue uno de los barrios donde se instalaron muchísimos inmigrantes que venían al país buscando un futuro mejor.
El recorrido incluyó varias paradas. Pese a que era un día de otoño hacía bastante calor. En cada una de esas paradas el guía nos fue contando detalles y curiosidades de este barrio tan rico en historia y cultura.
El circuito continuó con paradas en El Viejo Almacén, ubicado en Independencia y Balcarce, y la siguiente fue en el centro neurálgico del barrio: el Mercado de San Telmo y la Plaza Dorrego.
Esta zona del Mercado y de la Plaza por supuesto se han vuelto muy turísticas y comerciales, como casi todo el barrio.
Y finalmente llegamos al último punto del recorrido: el Pasaje de la Defensa, centro comercial instalado sobre la antigua casa de los Ezeiza, una familia aristocrática que se mudó luego a Barrio Norte como muchos ricos tras la epidemia de fiebre amarilla. Tras ser abandonada por los Ezeiza la casa fue una escuela primaria, el Instituto Nacional de Sordomudos y luego transformada en conventillo. Allí vivieron en condiciones de hacinamiento, como lamentablemente era habitual, muchas familias de inmigrantes.
La visita duró casi tres horas y la disfrutamos muchísimo. Tenemos pendiente hacer más de estos tours guiados del Gobierno de la Ciudad. Esperamos que ustedes se animen también.
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